Controversia por el nombre del idioma español

La controversia por el nombre del idioma español es la discusión sobre si resulta más apropiado denominar al idioma común hablado en España, Hispanoamérica, Guinea Ecuatorial y en otras zonas hispanohablantes como «español» o «castellano», o bien si ambas formas son equivalentes.

Algunos consideran que en esa época los portugueses se consideraban españoles pese a ser un reino independiente,[8]​ y ven en esta cita una señal de que empiezan a percibir como un peligro para su lusidad los intereses castellanos con y para la península.

Sin embargo, la cita menciona a todos los reinos de la península salvo al lusitano.

Los historiadores árabes la denominaban Qashtāla[9]​ قشتالة y su nombre aparece justificado como «tierra sembrada de castillos».

La colonización y conquista de América, llevada a cabo simultáneamente, expandió el idioma por la mayor parte del continente americano.

Este es el uso que recomienda Manuel Seco en su Diccionario de dudas y dificultades del castellano.

Se afirma que el resto de lenguas habladas en España, como el euskera, el catalán o el gallego, también son españolas.

De acuerdo con esta teoría, estos autores proponen como denominación preferible el término «castellano», pues es el idioma que surgió en Castilla y según ellos después se extendió por todo el territorio español por la supremacía política del Reino de Castilla sobre los demás reinos peninsulares.

Estos autores suelen poner como ejemplo que en el Reino Unido y otros países anglohablantes el idioma se denomina inglés (y no británico), pues es originario de Inglaterra, aunque este caso no es enteramente extrapolable a nuestra lengua, pues el término «castellano» no encuentra eco en otras lenguas como sí lo halla el inglés (y en este caso el término «español»).

Aunque esto causó rechazo en algunos sectores sociales, todos los países hispanohablantes aceptan que se llame «española» a su lengua, como lo evidencian sus afiliaciones a la Asociación de Academias de la Lengua Española.

La controversia trasciende el debate meramente académico o de adecuación terminológica, ya que con cierta frecuencia el debate se ha mezclado con intencionalidades políticas de diversa índole: En la península ibérica, posteriormente a la dominación romana jamás se habló un único idioma, y tampoco el castellano ha sido lengua materna ni corriente en todas las provincias.

Particularmente el euskera, hablado en la parte central del norte de España, nunca ha tenido emparentamiento con los demás idiomas definidos en la era cristiana, con lo que no se podría hablar de un euskera como idioma español.

Cabe mencionar idiomas minoritarios que se hablan en España como el aragonés, asturleonés, caló y otros.

Durante los siglos XIX y parte del XX las administraciones del Estado español utilizaron el español como único idioma oficial y aceptado, situación desaparecida desde que diversas administraciones territoriales utilizan otros idiomas en todo documento y medio de comunicación oficial (por ejemplo el catalán/valenciano, euskera, gallego, occitano o aranés) aceptando el español como idioma secundario o adicional.

Son históricamente cortos los periodos políticos en que a un gobierno estatal le interesa no reconocer otros idiomas en España, y proyecta dicha imagen nacional e internacionalmente.

[16]​ La Real Academia Española menciona la existencia de un idioma común (el que más habitantes conocen).

[3]​ Desde el punto de vista estrictamente lingüístico, no hay preferencias por una denominación u otra.

El artículo 3.1 de la Constitución afirma que «el castellano es la lengua española oficial del Estado» y el artículo 3.2 que «las demás lenguas españolas serán también oficiales en las respectivas comunidades autónomas de acuerdo con sus estatutos».

Distribución geográfica del uso preferente de los términos «castellano» (en rojo) y “español” (en azul). [ cita requerida ]
Diócesis administrativa de la Hispania romana tras la reforma diocenaria.
La Corona de Castilla a lo largo de la historia
Placa municipal en catalán para una calle de Bagur , que no incluye traducción al español.
Señal de tráfico bilingüe y con el escudo del España
«Estás en el País Vasco, no en España» - una pegatina en inglés de Gazte Abertzaleak en el Casco Viejo (Bilbao) .