Sirven de ejemplo palabras empleadas sobre todo en el registro coloquial o en la designación de realidades específicas cubanas como ajiaco, anón, arique, aura, bajareque, batey, bejuco, bija, bohío, caimán, caney, casabe, cimarrón, comején, cobo, conuco, curiel, cutara, fotuto, guajiro, guanábana, guanajo, guararey, guasasa, guayaba, guayo, güije/jigüe, güira, hamaca, jaba, jagüey, jíbaro, jicotea, jimagua, jutía, majá, mamey, mangle, manigua, manjuarí, totí, yagua, yarey y yuca, además de aportaciones léxicas comunes al español general o incluso a otras lenguas como ají, barbacoa (ingl.
El exterminio o los matrimonios mixtos condujeron a la práctica extinción de la población indígena precolombina (taínos), de la que sin embargo quedan huellas, tanto en la cultura psíquica y material como en la lengua.
A mediados del siglo XIX el número de africanos en Cuba era altísimo, sólo comparable al porcentaje existente en Santo Domingo (donde la población blanca era una minoría).
Del idioma español hablado y escrito en Cuba salen los cubanismos.
Entre las influencias lingüísticas más marcadas en la variante del español de Cuba están el inglés, el francés, en menor medida el portugués y el ruso.