En los textos literarios, este pretérito presenta los hechos puntuales que hacen avanzar la historia.
En la conjugación regular del pretérito perfecto simple español, la sílaba acentuada es siempre la inmediatamente posterior a la raíz (la última en la primera y tercera persona del singular; la penúltima en el resto de las formas).
En cambio, en el español de América ambas pueden referirse al día de hoy, significando adicionalmente (1a) que todavía "me es posible desayunar" y (1b) que, probablemente por la hora, "ya no me es posible desayunar".
Se pueden usar ambos tiempos en una sola frase como en este ejemplo: Dentro de España existen también diferencias regionales, y así en Galicia, Asturias y parte de León el pretérito perfecto simple se usa en muchos contextos donde en otras regiones se usaría el pretérito compuesto; esto es debido a la influencia del gallego y el astur-leonés, lenguas sin tiempos compuestos.
En términos generales puede decirse que el español de España y la mayor parte del español de América han evolucionado en direcciones opuestas: en España el uso del pretérito perfecto simple ha disminuido a costa del perfecto compuesto y en América ha sucedido lo opuesto (excepto en algunos lugares donde la evolución ha ido en la misma dirección que en España).