[4] Desde su creación y divulgación en 1986 se han producido modificaciones, algunas recogidas en la segunda edición de 1996.
Su estructura básica no se ha modificado, pero algunos de los medicamentos inicialmente propuestos han desaparecido o relegados a un segundo plano.
Se ha evaluado, debatido su origen, su vigencia, sus éxitos y limitaciones, reconociéndose que su difusión ha mejorado de forma sustancial el tratamiento del dolor.
A pesar de su eficacia la escalera del dolor se cuestiona cada vez más.
El paciente se trasladará al piso o nivel elegido: El ascensor analgésico nos traslada, a diferencia de la escalera (que no se adapta a algunos tipos de dolor como el dolor postoperatorio, agudo y neuropático), al concepto de inmediatez en la respuesta y, en la selección analgésica inmediata facilitada por la evaluación continuada del dolor mediante la escala visual analógica EVA, que se convierte en el botón de alarma del ascensor analgésico.
También se adapta a la parturienta, que según la intensidad y especificidad de su dolor, será tratada con analgesia epidural con anestésicos locales durante 6-8 horas y posteriormente o no recibirá ningún analgésico o son tratadas con paracetamol.
La administración de toda la medicación se debe hacer preferente por vía oral (ingeridos por la boca).
La eficacia es idéntica a otros vías de administración (muscular, intravenosa, inhalada...), pero resulta más simple y cómoda evitándose numerosos efectos secundarios.
Está probada la idéntica eficacia analgésica de los opiodes (tanto débiles —tramadol— como fuertes —morfina—) por vía oral.
Solamente deben administrarse por otras vías (habitualmente mediante inyección intravenosa) cuando existan dificultades para ser tomadas por la boca.
También puede ocurrir que sea necesario no demorarse en el segundo escalón, cuando resulta ineficaz, y saltar al tercero inmediatamente.
Muchos pacientes con cáncer y otras enfermedades crónicas no reciben tratamiento analgésico adecuado, ya sea por un uso inadecuado o por la infrautilización de opioides mayores.
El abuso, facilitado o tolerado, se ha considerado una epidemia, ya que ocasiona numerosas muertes al año.
Los problemas de drogodependencia no pueden ser una excusa, ya que son absolutamente despreciables en procesos terminales de media y corta duración y secundarios en procesos más largos o transitorios comparados con los beneficios que la eliminación del dolor producen al paciente.