2,5 horas (S-enantiómero) El ketorolaco es un antiinflamatorio no esteroideo (AINE) que actúa inhibiendo la síntesis de prostaglandinas.Aprobado por la FDA en 1989, el ketorolaco se convirtió en una herramienta importante para el manejo del dolor agudo, aunque con advertencias por los efectos adversos gastrointestinales, cardiovasculares y renales.Una de las ventajas del ketorolaco es que se puede administrar de forma endovenosa, lo que permite un alivio del dolor más rápido y efectivo en situaciones donde la vía oral no es viable o deseada.La absorción es rápida y completa en ambas formas, aunque la intramuscular es más lenta.[6] El ketorolaco, un AINE, ejerce sus efectos analgésicos, antipiréticos y antiinflamatorios mediante la inhibición no selectiva de la enzima ciclooxigenasa (COX).La COX-1 posee un papel limitado en la inflamación y la importancia clínica de su inhibición radica en su utilidad en algunas patologías cardiovasculares así como en sus múltiples efectos adversos.[2][10][11][12][13] La COX-2 es una enzima regulada que se expresa constitutivamente en el cerebro, riñones, huesos y posiblemente en el sistema reproductor femenino, pero es indetectable en otros tejidos.Su capacidad para aliviar la cefalea puede estar relacionada con la disminución del efecto vasodilatador de las prostaglandinas sobre la vasculatura cerebral.El uso prolongado o en altas dosis de ketorolaco puede llevar a hepatotoxicidad y nefrotoxicidad.[5][15] La administración de ketorolaco se puede realizar por vía oral, nasal, IV o IM.La versión oral debe administrarse solo después de ketorolaco por vía intravenosa o IM.