Los obstáculos encontrados incluyen su alta masa molecular, su susceptibilidad a la inactivación enzimática y su potencial de agregación.
La mayoría han logrado, en el mejor de los casos, un éxito modesto hasta el momento.
[2] Los fármacos administrados por vía transdérmica se absorben fácilmente en la piel y proporcionan efectos sistémicos.
Además, el uso de drogas con esta vía causa menos reacciones adversas, aunque puede haber efectos secundarios inherentes al fármaco, y la administración es menos frecuente que cuando los medicamentos se administran por otra vía.
[8] Otro fármaco en que se está investigando una técnica para ser administrado vía transdérmica es el Haloperidol.