Dolor visceral

[7]​ Se debe sospechar dolor visceral cuando un paciente informa vagas sensaciones de malestar en la línea media.

Algunos de estos síntomas incluyen palidez, sudoración, náuseas, vómitos, cambios en los signos vitales, como la presión arterial, la frecuencia cardíaca y/o la temperatura.

La patología visceral también puede manifestarse solo a través de reacciones emocionales y molestias en las que no se informa dolor.

La intensidad del dolor visceral que se siente podría no tener relación con la extensión de la lesión interna.

El dolor procedente de un órgano específico puede experimentarse o "remitirse" a diferentes lugares del cuerpo.

El dolor referido es más agudo, está mejor localizado y es menos probable que se acompañe de signos autonómicos o emocionales.

El síntoma de presentación más común es el dolor torácico, que suele describirse como opresión, presión o apretón.

Algunos pacientes, especialmente los ancianos y los diabéticos, pueden presentar lo que se conoce como un infarto de miocardio indoloro o un "ataque cardíaco silencioso".

Un IM indoloro puede presentarse con todos los síntomas asociados a un infarto de miocardio, como náuseas, vómitos, ansiedad, pesadez o asfixia, pero falta el clásico dolor torácico descrito anteriormente.

[8]​[14]​ Siempre es importante, no sólo para el médico sino también para el paciente, recordar la disociación entre la magnitud de la lesión de los órganos internos y la intensidad del dolor y cómo ésta puede ser potencialmente peligrosa si se pasa por alto, por ejemplo, un infarto silencioso.

En muchas circunstancias, el tratamiento del dolor debe aplazarse hasta que se haya identificado el origen de los síntomas.

ej., estreñimiento asociado con el uso de opiáceos), dependencia o adicción química y alivio inadecuado del dolor.

Pruebas sólidas procedentes de múltiples ensayos controlados aleatorios apoyan el uso del bloqueo neurolítico del plexo celíaco para aliviar el dolor y reducir el consumo de opiáceos en pacientes con dolor maligno originado en vísceras abdominales como el páncreas.