No obstante, la parte y el todo, la disidencia también puede ser dirigida hacia un solo pensamiento, actos o actividades concretas e incluso creencias.
Disidencia se deriva de Disidir, del latín "di-sedeo", cuya etimología literal compuesta significa "separar, no permanecer".
En Inglaterra, desde el siglo XVI, dissenter ("disidente") designa a los protestantes, que no admiten la religión oficial (anglicanismo).
En otros casos, los disidentes afrontan el exilio (impuesto o voluntario, a veces clandestinamente, pues la emigración se prohíbe -muro de Berlín-).
En algunos casos, el "disidente" era anteriormente un partidario del régimen que pasa a criticar.
No entra forzosamente en conflicto directo, sino que se aleja, busca otras vías o espacios de legitimidad.