Comité Ejecutivo Popular de Valencia
Pero cuando llegó el momento González Carrasco, que durante la noche del 18 al 19 había tenido que cambiar de domicilio para evitar ser detenido por la policía, tuvo dudas y se echó atrás, tal vez influido por la decisión de Luis Lucia, líder de la Derecha Regional Valenciana integrada en la CEDA, de proclamar su fidelidad al gobierno y no formar el contingente de combatientes que había prometido a los militares.Para contrarrestar el naciente poder alternativo obrero del Comité Unificado Revolucionario en la calle, el gobierno de José Giral envía a Valencia al presidente de las Cortes, Diego Martínez Barrio (el político republicano que había presidido el gobierno desde la noche del sábado 18 a la noche del domingo 19) al frente de una Junta Delegada del Gobierno para Levante en la que se encuentra también Carlos Esplá, cuya misión principal era, además de restablecer la autoridad del gobierno de la República, convencer al indeciso general Martínez Monje de que permaneciese fiel al gobierno de la República y pactar una salida honrosa para los militares, llegando a Valencia el 20 de julio.Dos días después, el miércoles 22 de julio de 1936, y a partir del Comité Unificado Revolucionario, nace el autodenominado Comité Ejecutivo Popular (CEP),[3] integrado por las dos centrales sindicales UGT y CNT y por los partidos del Frente Popular,[6] que se hace con el poder aunque sin llegar a destituir formalmente a las autoridades republicanas.[4] Los socialistas y los anarquistas mantuvieron por su parte en paralelo el Comité de Huelga Unificado para tratar con el desabastecimiento que comenzaba a padecerse en Valencia.Mientras tanto el general González Carrasco y el comandante Barba Hernández huyen de Valencia a escondidas.[1] El 16 de septiembre en Valencia se crea la Guardia Popular Antifascista (GPA), que rápidamente se le conocerá popularmente como "la guapa", para hacerse cargo del orden público.En el funeral que organizan las distintas columnas anarquistas (Torres Benedito, de Hierro y CNT 13), estos pasan cerca del Gobierno Civil que estaba fuertemente armado, esperando un posible ataque.Al llegar a la Plaza de Tetuán, sede del Partido Comunista, vieron que se habían metido en la boca del lobo.Los comunistas tenían ese batallón, la GPA y unos 300 jóvenes en prácticas militares.Lo último que querían los dirigentes de la CNT en esos momentos eran problemas con el PCE, justo cuando se estaban ultimando los detalles para entrar en el Gobierno de Largo Caballero en Madrid.[17] En diciembre de 1936 las milicias valencianas dirigidas por el CEP intentan tomar Teruel sin conseguirlo.