En 1938, Bosch Morata, movilizado por razón de su profesión médica, participó en la batalla del Ebro y en la retirada, la ambulancia en la que viajaba fue atacada por un avión Junker alemán, produciéndole heridas en un pulmón.
Internado en un hospital de Barcelona se recuperó y días después decidió cruzar la frontera.
Posteriormente, estando en Angulema, y ante la llegada de las tropas alemanas, abandonó Francia vía Orán, hacia México.
En dicho país se estableció en la localidad de Mexicali, en la California mexicana, hasta su muerte.
Su archivo se encuentra custodiado en la Biblioteca Valenciana Nicolau Primitiu