[cita requerida] Tras la rebelión del 18 de julio, el grupo "Nosotros", formado por los anarquistas valencianos José Pellicer, Segarra, Cortés, Rodilla y Berga (entre otros), se convertiría en el impulsor principal de esta columna.
En estos primeros días, la columna carece casi totalmente de organización hasta que tras varias bajas causadas por la desorganización en combate deciden formar las centurias.
Hacia finales de agosto la columna se estabiliza en el frente y tiene ya unos 1.600 milicianos que combatían junto con 600 soldados regulares, totalizando 2.200.
De todas formas, a la columna se la atacaba precisamente por querer imponer el comunismo libertario allá donde estaban sus milicias.
El espíritu colectivista contagió a otras columnas, como la Torres-Benedito o la Peire, que también defendieron las colectividades.
En el pueblo de Benaguacil llegaron a tener un enfrentamiento armado contra los comunistas que controlaban la localidad.
Tras un enfrentamiento con varios muertos por ambas partes, el gobierno debió incluso enviar aviones para atacar a la columna anarquista y restablecer el orden [1].
Cuando llegaban a la retaguardia, se encontraban con el acoso de las fuerzas del orden que les intentaba detener y cachear.
Ante esta provocación, la columna respondía con la fuerza: así, en dos ocasiones una en Valencia y otra en Castellón, los revolucionarios asaltaron los juzgados para destruir los registros judiciales, el Ayuntamiento -destruyendo los registros de propiedad- e incluso asaltaron el penal de San Miguel de los Reyes, donde liberaron a los presos comunes (y también a los derechistas y fascistas) allí detenidos.
Los medios anarquistas simpatizantes con la columna apenas podían hacerlo debido a la censura en el bando republicano.
En el funeral que organizan las distintas columnas anarquistas (Torres Benedito, de Hierro y CNT 13), estos pasan cerca del Gobierno Civil que estaba fuertemente armado, esperando un posible ataque.
También Mariano Vázquez y García Oliver intentaron mediar en el asunto, aunque no se les hizo caso.
Durante un mes hubo muchos debates en el seno de la columna, que fueron provocando bajas voluntarias y expulsiones.