[1] Al tener noticias de la revuelta en Portugal contra el dominio francés, y junto con el coronel Moura, ayudó a formar la Leal Legión Portuguesa, pidiendo armas y dinero al gobierno británico.
Con base en Belén, organizó la División que se embarcaría en dos grupos hacia Río de Janeiro.
Sin embargo, la situación en que se encontraba puede ser descrita como precaria: José Artigas controlaba militarmente el interior de la Banda Oriental, lo que aislaba a Lecor de las operaciones del Río Grande y las Misiones Orientales.
Un papel central en esas maniobras fue jugado por Nicolás Herrera, quien fue secretario de Alvear mientras ese general fue dictador en Argentina y llegó a serlo de Lecor cuando este ocupó Montevideo.
[1] Preparado así el terreno, en febrero de 1818, una columna lusobrasileña al mando del teniente general Joaquín Javier Curado se internó a Uruguay desde el Río Cuareim, al norte de ese país, y el 4 de marzo una fuerza naval atacó desde Montevideo a través del Río Uruguay.
El objetivo era aislar a Artigas de las provincias federadas del Paraná.
Artigas se vio obligado a abandonar la costa oriental del río.
Posteriormente Artigas cometió lo que puede ser considerado el error estratégico crucial de su carrera.
Por ello se vio forzado a cruzar al territorio de Entre Ríos, controlado por Francisco Ramírez.
Su determinación permitió que la Banda Oriental pasara a ser parte del Reino Unido de Portugal, Brasil y Algarve.
Lógicamente, los miembros de ese congreso son vistos actualmente como colaboracionistas en la historia del Uruguay.
La situación indecisa en que quedaron ambos bandos en la guerra, y la presión británica, obligaron a los dos países a firmar la paz, sobre la base de la independencia del Estado Oriental del Uruguay.