Las baladas euskaldunes o vascas (en euskera, euskal baladak) son en la literatura euskalduna composiciones breves en verso de carácter narrativo, en la mayoría de los casos musicalizadas, que florecieron entre los siglos XIV-XIX.
Las baladas comparten gran número de características estilísticas con las Kopla Zaharrak, como la repetición, simbolismo o referencia a la naturaleza, a pesar de ser géneros diferenciados entre otras cosas por la temática y situación social en la que se recitan.
Del cielo ha caído una piedra, ha dado en la torre nueva de Lastur, la ha partido por la mitad.
Milia de Lastur, señora mía, el mensajero no se ha portado honradamente.
Hemos enviado una carta al cielo, que nos devuelvan, por favor, a nuestra señora.
[3] William James Entwistle clasificó la balada europea en cuatro grupos (Romance, Nordic, Balkan y Russian), al que se añadiría el de Basque Ballads en palabras de Patricio Urquizu Dos son las teorías principales acerca del origen de las baladas:[3] El punto de vista actual acerca del origen y transmisión de estas se podría resumir bien en la siguiente cita: Juan Mari Lekuona clasificó las baladas en euskera en tres géneros, tomando en cuenta la temática y la época en la que fueron compuestas:[1] Son aquellas que se extienden hasta el siglo XVI.
Aunque suelen basarse en un hecho (real o no), están dotadas de un especial dramatismo reflejado en las conversaciones.
El lirismo borra cualquier referencia o exactitud al sitio, época, personajes, estas se reducen a referencias generales y vagas como "itsasoan" (en el mar), "hondartzan" (en la playa).