El versolarismo (suele aparecer como bertsolarismo en textos en castellano; bertsolaritza en euskera) es el arte de improvisar versos en euskera cantando con arreglo a un tema, una métrica y una rima preestablecidas, propio del País Vasco y Navarra.
El bertsolarismo sería un discurso realizado cantando, rimando y midiendo, sin el acompañamiento de ningún instrumento musical.
La palabra bertso en euskera equivale a lo que en castellano es una estrofa escrita según una métrica.
El bertso se divide en puntos y cada punto, según la métrica, presenta un cierto número de sílabas, pero el bertsolari jamás cuenta las sílabas mientras está improvisando, la tonada empleada permite un margen de variación.
Pero la consonancia es solo relativa, se limita a las dos últimas vocales por lo que estaríamos ante una rima pobre.
Elizan (en la iglesia) y gerizan (al cobijo) constituyen una rima de mayor calidad.
[2] El versolarismo es una manifestación cultural con gran arraigo y tradición en muchas zonas del País Vasco y de Navarra; parece que es anterior a cualquier manifestación escrita del euskera, ya que esta lengua históricamente se ha transmitido de manera oral.
Posteriormente, a lo largo de las primeras cuatro décadas del siglo XVIII, las pujas entre versolaris fueron comunes en muchos pueblos vascos.
El siguiente campeonato fue organizado por la Euskal Herriko Bertsolari Elkarteak, la actual Bertsozale Elkartea[25], en 1986, y el campeón fue Sebastian Lizaso.
Aunque el versolarismo, actúa sin la ayuda de ningún instrumento musical, podemos encontrar ciertos paralelismos en otras manifestaciones similares: