Juan Pérez de Lazarraga

Pruden Gartzia defiende que Juan pudo tener contacto con Esteban de Garibay, debido no solo a la cercanía, sino por el gusto de ambos por la historia y las crónicas, que el autor plasmaría en la Genealogía de su familia, por la que era conocido hasta el momento del descubrimiento del manuscrito.

De las que se conservan, dos tercios son poesía y lo restante se enmarca en un género en expansión y que tuvo muchos imitadores en la época: la novela pastoril renacentista.

Al igual que en Sannazaro, la prosa y el verso se entremezclan en la obra.

Alejado de Petrarca, sus descripciones y detalles, está más cerca, debido a su estilo cortesano lírico tradicional, de las canciones líricas del siglo XV: es más elegante que Bernat Etxepare, pero, sin cumplir con la exactitud que Arnaud Oihenart pediría en el siglo XVII, utiliza formas conocidas del verso vasco.

La lengua de Lazarraga es sin duda alguna arcaica, marcada por formas en subjuntivo ya perdidas, el caso ablativo (nondik) y las formas anticuadas en los verbos auxiliares.

Manuscrito de Juan Pérez de Lazarraga.