Historia del euskera

Otros factores: Los límites del euskera en tiempos antiguos se correspondían con los siguientes: A pesar del retroceso sufrido durante los dos últimos milenios, el euskera es una de las pocas lenguas preindoeuropeas que ha sobrevivido.

Cinco son las razones que se subrayan a la hora de explicar este fenómeno: .

[8]​[9]​ Desde los primeros años de la vigencia del batúa se ha desarrollado una importante polémica sobre el efecto que el batúa iba a tener sobre los dialectos del euskera real, hablado hasta esa fecha.

Así, escritores como Oskillaso y Matías Múgica sostuvieron que el euskera batúa y el impulso institucional que llevaba a cabo iba a ser letal para los dialectos matando al 'euskera auténtico' en pos de la variante unificada, artificialmente creada.

[10]​ No obstante, otros escritores como Koldo Zuazo han venido sosteniendo que el batúa no es más que el registro destinado a ser utilizado en los ámbitos más formales (como la educación, la televisión pública, los boletines oficiales...) y viene a complementar al resto de los dialectos, no a sustituirlos; argumentó incluso que la extensión del batúa ayuda a reforzar los dialectos al incidir en la recuperación general de la lengua.

En la campaña dirigida por Mattin Aiestaran se encontró una pieza de bronce con forma de mano derecha extendida con una escritura en el dorso realizada en caracteres paleohispánicos, anterior a la llegada de los romanos a la península, en una lengua definida por los especialistas en epigrafía y lingüística como «vascónica», y relacionada con la lengua vasca actual.

Esta palabra se convierte en el primer rastro escrito en lengua vascónica y además escrito en un signario que es también vascónico, con un sistema gráfico derivado del sistema ibérico, en el que se ha añadido o adaptado algún signo para marcar algún sonido o fonema vascónico que no existe en el signario ibérico.

[11]​ Según estudios epigráficos recientes, la presencia del euskera en el norte de la provincia de Soria es anterior a que se impusiese una lengua céltica y después latina, es decir, anterior a los otros hallazgos epigráficos.

[12]​ Tras las inscripciones sorianas, se considera que los siguientes textos más antiguos de esta lengua encontrados hasta ahora son varias palabras aparecidas en epitafios del siglo II d. C. en Aquitania, investigadas por primera vez por Achille Luchaire, después por Julio Caro Baroja y Koldo Mitxelena, y en épocas más recientes por Joaquín Gorrochategui.

Del siglo XI se cree que son las glosas halladas en el monasterio de San Millán de la Cogolla, en La Rioja, pequeñas anotaciones de traducción en un texto latino, las llamadas Glosas Emilianenses, escritas en latín y romance salvo la 31 y 42 que son frases en algún dialecto desconocido del euskera.

Es probablemente el texto vasco en prosa más largo conocido anterior a los primeros libros en euskera.

La siguiente obra conocida es la traducción del Nuevo Testamento (Iesu Christ Gure Iaunaren Testamentu Berria), encargada por la reina de Navarra Juana de Albret al ministro calvinista Joanes Leizarraga,[21]​ impresa en 1571 en La Rochelle.

Es preciso reconocer que inicialmente, en el siglo XVIII, esta labor literaria se limitó a traducciones mediocres de textos religiosos, aunque Agustín Kardaberaz destacara por la calidad de su obra religiosa y retórica.

Por el contrario, algunos intelectuales vascos de la época como Miguel de Unamuno llamaban a aceptar con dolor y resignación la muerte del euskera, lengua con la que —según él— no podían transmitirse ideas abstractas.

El filósofo llegaba a afirmar en momentos de íntimo pesimismo depresivo [cita requerida] que los vascos debían abandonar su lengua y tradiciones para así poder entrar en la modernidad española.

Siendo esta postura, con algunas excepciones, la mayoritaria entre la izquierda y el liberalismo vascos de aquel momento, tanto en España como en Francia, los mayores defensores de la lengua fueron los sectores foralistas, tradicionalistas y nacionalistas.

Entre 1848 y 1936, se produjo el llamado euskal pizkundea o renacimiento vasco, cuando se encuentra la poesía cultista de autores como Nicolás Ormaetxea Orixe, Xabier Lizardi o Esteban Urkiaga Lauaxeta, impregnada del estilo de los poetas simbolistas.

La identificación del euskera con la vida rural y por lo tanto con una idealizada Arcadia vasca, tan atractiva para muchos vascos, tuvo que durar hasta el relevo generacional de los años cincuenta y sesenta.

La extensión del euskera arcaico en el año 1 d. C., según Luis Núñez Astrain.
Extensión de las lenguas prerrománicas. [ 5 ]
Placa conmemorativa de 1974 existente en el Monasterio de Yuso (San Millán de la Cogolla, La Rioja ) donde se encontraron las Glosas Emilianenses que recogen dos textos en euskera, considerados los primeros textos escritos no epigráficos en dicha lengua.
Escudo con inscripción fechada en 1603, en Plencia.