Resurrección María de Azkue

Escrito bajo la influencia del apologista Pablo Pedro Astarloa, esta gramática pretendía reconstruir las supuestas formas originales de los verbos del idioma vasco, libres de contaminación externa y basados en leyes lógicas.

También promovió otras iniciativas para modernizar el euskera, como las revistas Euskalzale e Ibaizabal o la creación de una escuela en lengua vasca en Bilbao (denominada Ikastetxea), primera precursora de las ikastolas.

Durante muchos años, hubo dos tendencias principales entre los escritores y vascófilos del País Vasco español.

Los escritores nacionalistas siguieron casi sin excepción el modelo de lenguaje que había propugnado Sabino Arana, con su modelo ortográfico, una versión purista del idioma que sustituía préstamos romances por neologismos y una salvaguarda de los dialectos vascos, especialmente del vizcaíno.

Azcue propuso un dialecto literario basado en el guipuzcoano con aportaciones de otros dialectos, al que llamó gipuzkera osatua (guipuzcoano completado), que tuvo mucho éxito y fue utilizado por numerosos escritores.

El nacionalismo de Azcue fue siempre más cultural que racial, diferenciándose en ese sentido de los más aranistas del PNV y mantuvo opiniones discrepantes en muchos temas con los nacionalistas, especialmente en aquellos relacionados con el euskera.

En 1935 Azcue comenzó a publicar Euskalerriaren Yakintza, una colección de folklore vasco.

Azcue, quien ya era una persona bastante mayor y que a lo largo de su vida había mantenido bastante discreción política, no tuvo excesivos problemas con las autoridades franquistas una vez acabada la Guerra Civil.

[3]​ Dedicó largos años de su vida al estudio del euskera y aún hoy en día es imprescindible hacer referencia a sus trabajos de recolección e investigación, pues estos no han perdido ni valor ni actualidad alguna.

El ejemplo práctico de esta propuesta la concretó por primera vez en la novela Ardi Galdua (La oveja descarriada).

Su argumento es el siguiente: los esposos Maripa y Txanton regentan un establecimiento de chacolí (txakolindegi).

Académicos y algunos escritores en una reunión ordinaria de Euskaltzaindia en 1927. De izquierda a derecha en pie: Orixe , Jean Elizalde , Seber Altube , Julio Urquijo y Erramun Olabide . Sentados: Juan Bautista Eguzkitza , Bonifazio Etxegarai , Resurrección Maria Azcue y Georges Lakonbe .