Accidente del transbordador espacial Challenger

El siniestro del Challenger ha sido utilizado como caso de estudio en muchas discusiones sobre ética y seguridad en ingeniería.

[cita requerida] La misión, cuya numeración era STS-51-L, tenía como principal objetivo la puesta en órbita de los satélites TDRS-B y SPARTAN-Halley.

[10]​ Ya en la segunda misión del transbordador espacial, la STS-2, que fue realizada por el Columbia, se presentaba evidencia de una grave erosión en la junta tórica.

[10]​ Durante la investigación, Sally Ride le dijo al Dr. Richard Feynman que las juntas tóricas no fueron probadas por debajo de 50 °C.

Esta lengüeta haría agarre en la cara interior de la juntura y evitaría que girase.

El lanzamiento fue retrasado al día siguiente debido a problemas con la escotilla de acceso exterior.

Esto fue probado, y era en todo caso un argumento que no se aplicaba a un componente de "criticidad 1".

Estos, viendo la plataforma desde su sede en Downey, California, se horrorizaron cuando vieron la cantidad de hielo.

Esto había ocurrido en versiones anteriores, pero la junta tórica primaria siempre se salía de su surco y formaba un sello.

Ya no había ninguna barrera para los gases, y ambas juntas tóricas fueron vaporizadas a 70 grados de arco.

A T +35,379 los SSME se desacelera más aún, hasta el porcentaje previsto de un 65 %.

La presión interna del SRB derecho empezó a caer debido al agujero que crecía rápidamente de la junta que había fallado, y T +60,238 se observaban pruebas visuales de llamas atravesando la junta e impactando contra el tanque externo.

Su respuesta, "Roger, proceder a acelerar", fue la última comunicación recibida del Challenger por el canal aire-tierra.

Aparentemente, a T +72,284 el SRB se separó del montante posterior que le unía al tanque externo.

El análisis posterior de los datos telemétricos reveló una repentina aceleración lateral hacia la derecha en T +72,525 que posiblemente fue notada por la tripulación.

La desintegración del vehículo empezó a T +73,162 segundos y una altitud de 48 000 pies (14,6 km).

Aproximadamente un minuto después del despegue, un amigo de Boisjoly le dijo: "Oh Dios.

Este era un procedimiento de contingencia normal, llevado a cabo porque la RSO consideraba que los SRB en vuelo libre podrían representar una amenaza para la tierra o el mar.

La misma señal de destrucción habría destruido el tanque externo si no se hubiera desintegrado antes.

Si hubiera habido una auténtica explosión, todo el transbordador habría sido destruido instantáneamente, matando a la tripulación en ese mismo momento.

[24]​ Durante la desintegración del vehículo, la cabina de tripulación se separó entera y cayó lentamente en un arco balístico.

En las cuatro primeras misiones orbitales del transbordador, consideradas vuelos de prueba, se utilizaron asientos eyectables de SR-71 Blackbird modificados y trajes presurizados, pero fueron eliminados por las posteriores misiones operativas (tras el accidente del transbordador espacial Columbia, la CAIB afirmó que el transbordador espacial nunca debió ser declarado operativo, siendo experimental por naturaleza debido al número reducido de vuelos en comparación con los aviones comerciales certificados).

En Huntsville (Alabama), una ciudad conocida por su estrecha relación con la NASA, la escuela secundaria pública más nueva de su sistema escolar fue llamada Challenger Middle School.

[46]​ Ante la falta de fuentes fiables, la prensa se dedicó a especular: tanto el New York Times como United Press International publicaron artículos que sugerían que un defecto del tanque externo del trasbordador espacial había provocado una explosión, aunque la investigación interna de la NASA se había concentrado rápidamente en los cohetes aceleradores sólidos.

Los miembros de la comisión eran el presidente William P. Rogers, el vicepresidente Neil Armstrong, y los especialistas David Acheson, Eugene Covert, Richard Feynman, Robert Hotz, Donald Kutyna, Sally Ride, Robert Rummel, Joseph Sutter, Arthur Walker, Albert Wheelon, y Chuck Yeager.

Incluso haciéndose más evidente la gravedad de la falla, nadie en Marshall consideró poner en tierra a los transbordadores hasta que pudiera implementarse una solución.

"Para una tecnología exitosa", concluyó, "la realidad debe prevalecer sobre las relaciones públicas, porque no se puede engañar a la naturaleza.

La Comisión Rogers hizo nueve recomendaciones para mejorar la seguridad del programa del transbordador espacial, y el presidente Reagan ordenó a la NASA que preparara un informe en treinta días explicando cómo pensaba implementar estas recomendaciones.

Es una de las lecturas obligatorias por los ingenieros que quieren una licencia profesional en Canadá[64]​ y otros países.

Muchas escuelas y universidades también han utilizado el accidente en cursos sobre la ética de la ingeniería.

Portada del informe de la Comisión Rogers
Hielo en la torre de lanzamiento horas antes del despegue del Challenger .
Escape de humo gris del SRB .
Despegue del Challenger (253 kB , formato ogg / Theora ).
Penacho sobre el SRB derecho a los T + 58,778 segundos.
La destrucción del Challenger (346 kB , formato ogg / Theora ).
Jay Greene en su consola después de la desintegración del Challenger .
El Challenger comienza a desintegrarse.
El presidente de Estados Unidos Ronald Reagan dando un discurso en el Despacho Oval tras el desastre del transbordador.
31 de enero de 1986 en Houston ( Texas ). Ronald Reagan y la primera dama Nancy Reagan (izquierda) asisten a la misa conmemorativa.
Cohete sólido derecho que fue recuperado. Puede apreciarse el agujero causado por el penacho.
Se llevan los restos de la tripulación del Challenger en un C-141 Starlifter de la Shuttle Landing Facility (Centro Espacial Kennedy) en la Base de la Fuerza Aérea de Dover (Delaware).
Sección transversal simplificada de las juntas entre segmentos de cohetes SRB . Leyenda:
A - Espesor de pared de acero de 12,7 mm,
B - Base de junta tórica,
C - junta estanca tórica de respaldo,
D - Fortalecimiento de la Cubierta banda,
E - aislamiento,
F - aislamiento,
G - revestimiento,
H - pasta de sellado,
I - propulsor fijo
El astronauta Charles F. Bolden, Jr. lee un pasaje de la Biblia durante los servicios fúnebres para los siete miembros de la tripulación de 51-L que perdieron la vida a bordo del transbordador espacial Challenger en un accidente de Florida (NASA)