La lista de Schindler

Para ayudarlo en la gestión del negocio, contrata a Itzhak Stern (Ben Kingsley), un contable judío que tiene contactos en el mercado negro y en la comunidad local de empresarios hebreos y que le ayuda a financiar la factoría.Sin embargo, el tren que transporta a las mujeres y los niños acaba por error en Auschwitz-Birkenau.Schindler se ve obligado a sobornar al comandante del campo, Rudolf Höß (Hans-Michael Ehberg), con una bolsa de diamantes para que los libere.En 1945 se queda sin dinero, pero para entonces los alemanes han sido derrotados y la guerra en Europa ha acabado.Acompañados de los actores que les dan vida en el filme, cada uno deja una piedra sobre la tumba del empresario.[6]​ Ralph Fiennes fue seleccionado como Amon Göth después de que Spielberg viera sus interpretaciones en las películas A Dangerous Man: Lawrence After Arabia y Cumbres Borrascosas (1992).[7]​ Fiennes debió engordar trece kilos para el papel, visionó noticiarios antiguos y habló con supervivientes del Holocausto que conocieron al verdadero Göth.[12]​ Spielberg seleccionó a actores israelíes para los personajes judíos e intérpretes polacos por su apariencia física de Europa del Este.[17]​ Spielberg expresó el suficiente interés como para que Universal Pictures comprara los derechos de la novela.Spielberg también ofreció el proyecto a los directores Sydney Pollack y Martin Scorsese, quien estuvo asignado al mismo hasta 1988.[12]​ Así, le ofreció a Scorsese dirigir en su lugar la nueva versión de El cabo del miedo (1991).[20]​ Billy Wilder expresó cierto interés en dirigir la película como homenaje a su familia, ya que la mayor parte había muerto durante el Holocausto.[21]​ Sid Sheinberg le dio luz verde al proyecto con una condición: que Spielberg dirigiera antes Parque Jurásico (1993).Le sorprendió no llorar cuando visitó Auschwitz, sino que se sintió lleno de indignación.[2]​ Spielberg, su esposa Kate Capshaw y sus cinco hijos vivieron en una casa alquilada a las afueras de Cracovia durante el rodaje.[32]​ Tiempo después el director agradeció a su mujer «por rescatarme durante 92 días seguidos… cuando las cosas se volvieron demasiado insoportables».De hecho, en un principio consideró hacer la película enteramente en estos idiomas con subtítulos, pero decidió que «la lectura requiere mucha atención.Podría haber sido una excusa para quitar los ojos de la pantalla y mirar a otro lado».[36]​ El presidente de Universal Pictures, Tom Pollock, le pidió filmar en un negativo a color, para así permitir crear y vender copias VHS en color de la película, pero el director se negó porque eso habría «embellecido los hechos».[38]​ En la escena en la que los nazis liquidan el gueto suena la canción popular Oyfn Pripetshik —«En la cocina», en yidis: אויפֿן פּריפּעטשיק— cantada por un coro infantil.[40]​ John Williams ganó el premio Óscar a la mejor banda sonora por La lista de Schindler, su quinta estatuilla.[44]​[21]​ Mientras que Amon Göth es presentado como la maldad personificada, Schindler evoluciona gradualmente de apoyar al nazismo a rescatador y héroe.Nada se hizo para pararlo… la aniquilación de los judíos europeos [...] Así que ese era mi mensaje al incluir el color en esa escena».[59]​ En Alemania, donde se exhibió en quinientas salas de cine, la película fue vista por más cien mil personas tan solo en su primera semana[60]​ y en total la vieron seis millones.[65]​ El set de regalo en Laserdisc era una edición limitada que incluía la banda sonora, la novela original y un álbum exclusivo.[77]​ Terrence Rafferty, también en The New Yorker, admiró su «audacia narrativa y visual, así como su emocionalidad directa».[94]​ El éxito de La lista de Schindler llevó al director Stanley Kubrick a abandonar su propio proyecto sobre el Holocausto, Aryan Papers, que habría tratado sobre un muchacho judío y su tía que sobreviven a la guerra ocultándose por toda Polonia y simulando ser católicos.[98]​ El cineasta alemán Michael Haneke criticó la secuencia en la que las trabajadoras de Schindler son enviadas accidentalmente a Auschwitz y se reúnen en las duchas: «Hay una escena en esa película en la que no sabemos si de las duchas del campo sale agua o gas.[102]​ El rabino Uri D. Herscher encontró la película como una demostración de humanismo «atractiva» y «edificante».[123]​ Atacado tanto por republicanos como por demócratas, Coburn pidió disculpas diciendo: «Mis intenciones eran buenas, pero obviamente he cometido un error en la forma de decir lo que quería expresar».
La liquidación del gueto de Cracovia en marzo de 1943 es recreada en la película en una secuencia de 15 minutos
Steven Spielberg , director y coproductor de La lista de Schindler (foto de 2012)
Placa conmemorativa de Schindler en la fábrica Emalia de Cracovia