[6] En su libro Una memoria donde la luz y la sombra se encuentran, Emilie recuerda cómo luchó por entenderlo:
Luego, listaron a sus empleados como trabajadores esenciales para la fabricación de uniformes y municiones para el Tercer Reich.
Cuidó de obreros enfermos en un sanatorio clandestino en la fábrica con equipo médico comprado en el mercado negro.
En 1949, se establecieron allí como agricultores y recibieron apoyo financiero de una organización judía.
Se mantuvo alejado de su esposa durante 17 años y murió en la pobreza, hacia 1974.
Policías custodiaban su casa las 24 horas para protegerla de grupos antisemitas y extremistas ultraconservadores.
[6] En julio de 2001, durante una visita a Berlín, Emilie dijo a los reporteros que su "último y mayor deseo" era pasar sus últimos años en Alemania, y añadió que se había vuelto cada vez más nostálgica.
En mayo de 1994, fue declarada como persona "Justa entre las Naciones" por el memorial Yad Vashem,[9][10] junto con Miep Gies, la mujer que escondió a Anne Frank y a su familia en los Países Bajos.