La base del tratamiento higiénico dietético que se empleaba en los sanatorios era la permanencia continua al aire libre tanto en invierno como en verano.
En otros, descansaban en sillas-camas en salas completamente abiertas, dispuestas ad hoc desde las primeras horas de la mañana hasta que cierra la noche.
Representa asimismo papel importante la alimentación en que predominan los albuminoideos naturales (carne, huevos, leche) o bien los artificiales (plasmón, tropón, somatosa, purés, etc.) Completan el plan dietético la gimnasia, el masaje, los baños y la hidroterapia fría.
En las comarcas montañosas, debían escogerse sobre todo valles abiertos hacia el Sur y huir de puntos envueltos en nieblas así como terrenos húmedos.
Las paredes debían ser tan impermeables como fuera posible y fáciles de lavar.
[1] En Uruguay existen grandes asociaciones mutuales, que denominan al conjunto de servicios médicos como sanatorio.
Por ejemplo, el Sanatorium Astória[2] y otros situados en Karlovy Vary (República Checa), o el Hotel Sanatorio de Ginebra (Ucrania), sirven para este fin.