Mariano Escobedo

Durante su infancia gozó de algunas comodidades que su padre le proveyó, sin embargo, esto cambió durante su adolescencia ya que Mariano no tuvo la misma oportunidad de estudiar que sus demás hermanos quienes, conforme crecían, eran enviados a la ciudad de Monterrey para continuar con su educación.

Durante su juventud, se dedicó principalmente al traslado de ganado de San Pablo a Matehuala y Saltillo, ayuda que benefició mucho a su padre.

La pareja procreó 5 hijos: Al término de la guerra y la derrota mexicana, Mariano Escobedo se retira a la vida privada desilusionado, decepcionado, frustrado y molesto por la decisión final, sin embargo, en 1854 surge en el poblado de Ayutla, Guerrero, una rebelión que tuvo una repercusión notable en Nuevo León: el movimiento de la Revolución de Ayutla que tenía como fin frenar los abusos y arbitrariedades del gobierno santannista, principalmente, pues además denunciaba la corrupción del clero y del ejército.

Santiago Vidaurri donde también participa en la conspiración liberal para derrocar a Antonio López de Santa Anna.

Después incorpora a la compañía en las fuerzas de Vidaurri y combate en el sur de Nuevo León, donde junto con José Silvestre Aramberri, derrotó al general Francisco Güitián, lo que hizo que este se replegara a Saltillo.

Más tarde, al lado del general Juan Zuazua, combatió a Parrodi.

En Carretas, Zacatecas, Lagos y otros lugares se forjó la fama de Mariano Escobedo.

El brillante comportamiento en esa acción de Mariano Escobedo le valió que su nombre fuera citado en la orden del día.

Poco después reorganizó sus fuerzas y volvió a emprender la campaña en el centro de la República.

Ante esto, decidiría disfrazarse para engañar a los franceses y tomar un barco de carbón, con una identidad falsa hacia Nueva York.

Decidido a continuar la batalla contra el Imperio, Escobedo escribió a Juárez, quien se encontraba en Chihuahua, pidiéndole iniciar la resistencia en los estados de Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas.

El Emperador se rendiría personalmente ante el General Mariano Escobedo, significando el fin del Segundo Imperio Mexicano.