Eduardo Liceaga

[1]​ Estuvo involucrado en la creación del Hospital General de México que, precisamente, lleva su nombre.

[5]​ Comenzó su práctica médica poco después en la Ciudad de México.

Durante muchos años fue profesor de cirugía en su alma mater, y se convirtió en su director, sirviendo a partir de 1904 hasta 1910.

Durante veinticinco años fue director del Hospital Materno Infantil.

Durante su administración se estableció la vacunación contra la rabia,[6]​ la fiebre amarilla a lo largo de la costa del Golfo, y la peste bubónica en Mazatlán fueron puestos bajo control.