El barco Tisiphone es enviado para reforzar las posiciones francesas y desembarca en Bagdad, México, ante las constantes amenazas de los dos países americanos.
La situación en ese momento, nada favorable a los republicanos mexicanos obliga al general Mariano Escobedo a retirarse de la escena, después de lo cual, el almirante Cloué le envió una reclamación al general norteño Wetzel, el comandante de Brownsville, sobre el asunto de los artilleros estadounidenses que hostigaban al Segundo Imperio Mexicano y al Segundo Imperio Francés, amenazando con guerra entre los dos países por socorrer a los heridos mexicanos.
Todos los elementos entonces fueron reunidos para la batalla principal que se efectuó en enero de 1866.
Ante la sorpresiva acción los mexicanos conservadores y los franceses se replegaron sobre su embarcación, mientras los 30 marineros de l´Antonia aseguraron su cubierta.
El general norteño Wetzel envió a 150 hombres para restablecer el orden en Bagdad que había sido ocupado por las fuerzas mexicanas.