El califato fue gobernado por la dinastía omeya (en árabe: ٱلْأُمَوِيُّون, al-ʾUmawīyūn, o بَنُو أُمَيَّة, Banū ʾUmayyah, "Hijos de Umayyah"; en persa: امویان omaviyân; en turco: emevi), un linaje árabe que ejerció el poder de califa, primero en Oriente, con capital en Damasco, y luego en al-Ándalus, con capital en Córdoba.Estrictamente hablando, la dinastía comienza con Mu‘awiya I, y termina con Marwán II, con la Revolución abasí en el 750.Uthmán ibn Affán (r. 644-656), el tercero de los califas Rashidun, también fue miembro del clan.Los cristianos, que aún constituían la mayoría de la población del califato, y los judíos podían practicar su propia religión, pero debían pagar un impuesto por cabeza (la jizya) del que estaban exentos los musulmanes.[7] Bajo los primeros califas omeyas, los cristianos ocuparon puestos destacados, algunos de los cuales pertenecían a familias que habían servido en los gobiernos bizantinos.[8][9] La época omeya suele considerarse el periodo de formación del arte islámico.El califato se centró en la dinastía omeya (árabe: الأمويون, al-ʾUmawiyyūn y بنو أمية, Banū ʾUmayya, "Hijos de Umayya").Siria seguirá siendo la principal base del poder de los omeyas y Damasco su capital.Al mismo tiempo, los tributos omeyas y las prácticas administrativas fueron ampliamente percibidas como absolutistas, opresivas e injustas.Como las constantes campañas militares agotaron los recursos y la mano de obra del estado, los omeyas, debilitados por la tercera guerra civil musulmana de 744-747, fueron finalmente derrocados por la Revolución abásida en 750 (132 AH).El antepasado que da nombre a la familia, Umayya ibn Abd Shams, era sobrino de Háshim, bisabuelo de Mahoma que da nombre a los hashimíes o hachemíes.Sin embargo, esta elección es contestada por otro miembro del clan omeya, Muawiya I, a la sazón gobernador de Siria.Alí es derrotado y se retira a su plaza fuerte de Kufa (Irak), mientras que Mu‘awiya se proclama califa en Damasco, trasladando de este modo la capitalidad del Estado islámico desde Medina, en el Hiyaz (en la actual Arabia Saudí), a la urbe siria.Mu‘awiya logra apaciguar la situación llegando a un acuerdo de paz con Hasan, hijo mayor y sucesor de Alí, quien había muerto en el año 661, evitando así una nueva guerra civil.La conversión al islam no fue estimulada, pues podía suponer una mengua en los ingresos del Estado debido al mayor volumen de impuestos pagado por los cristianos y judíos, e incluso se llegó a prohibir en algunas ocasiones.Fueron estos últimos quienes iniciaron una revuelta en Irán que pretendía restituir el poder califal al clan de los hashimíes (al que habían pertenecido Mahoma y Alí).Su primera prioridad era eliminar a su rival omeya, el califa Marwán II.Será el emir Abd al-Rahman III, an-Nāsir, quien consume la ruptura con oriente proclamándose califa en el año 929, ya que de todas maneras la umma había quedado escindida por la creación, en Túnez, del califato chií de los fatimíes.Se proclamó califa basándose en distintos argumentos que dieron solidez a su decisión.Muerto este por traición, le sucedió su primo Abén Aboo quien fue derrotado por D. Juan de Austria.