Además, algunos argumentan que el islam instituyó sistemáticamente la justicia social y la oposición a la opresión.
De igual manera, Prado cita la aleya 42:38 del Corán que establece lo siguiente:[2]
Asimismo, Prado cita a Mahoma rechazando los monopolios y argumentando que los pobres tienen derechos sobre las fortunas de los ricos.
[1] Abū Dharr al-Ghifārī, un compañero de Mahoma, es reconocido por algunos eruditos como un antecedente principal del socialismo islámico.
El primer califa musulmán Abu Bakr introdujo un nivel mínimo de ingresos garantizado, otorgando a cada hombre, mujer y niño diez dirhams al año, que luego se aumentó a veinte dirhams.
Mientras que los socialistas de derecha (Muhammad Iqbal, Jamal al-Din al-Afghani, Musa Sadr) están ideológicamente más cerca del tercerposicionismo, apoyando no solo la justicia social, la sociedad igualitaria y la igualdad universal, sino también el revivalismo islámico e interpretación autoritaria de la sharía.
En 1943, Nakhshab fundó el Movimiento de Socialistas que adoran a Dios en Irán.
Posteriormente, algunas ideas de Tjokroaminoto influyeron en distintas corrientes más allá del socialismo islámico en sí.
De manera contemporánea, un pensador musulmán marxista indonesio es Muhammad Al-Fayyadl, quien en homenaje a Haji Misbach fundó una revista en línea también llamada Islam Bergerak.
[19] En Libia, Muamar el Gadafi desarrolló principalmente en su Libro verde la tercera teoría universal, quien la presentó como una forma de socialismo alternativo al marxismo y al liberalismo, la cual se inspira parcialmente en la filosofía islámica, así como también en otras corrientes.
[20] Según İhsan Eliaçık, líder del partido político turco Musulmanes Anticapitalistas, «el islam se trata de justicia social, no de rituales como rezar cinco veces al día o mujeres que se cubren la cabeza».