Especialmente en la India mogol,[12][13] su región más rica, Bengala, una de las principales naciones comerciales del mundo medieval, marcó el periodo de protoindustrialización,[14][15][16][17] contribuyendo directamente a la primera revolución industrial del mundo tras las conquistas británicas.
[39][40] Sin embargo, críticos como Timur Kuran lo han descrito como un «vehículo para afirmar la primacía del Islam», siendo la reforma económica un motivo secundario.
[43] Algunas definiciones que se han ofrecido son: El fiqh (derecho religioso) ha desarrollado varios conceptos tradicionales relacionados con la economía.
Entre ellos: Otra fuente enumera las «reglas generales» que incluyen la prohibición de Riba, Gharar, y también Estos conceptos, al igual que otros de la ley islámica, proceden del estudio del Corán y de los hadices, o, como dijo un observador, fueron: Además del Corán y los ahadices, a veces se emplean otras fuentes como al-urf (costumbre), o al-ijma —consenso de los ulamas),[58] para crear leyes que determinen las acciones prohibidas (haram), desaconsejadas, permitidas, fomentadas y obligatorias (Fard) para los musulmanes.
[1] Algunas obras breves pueden no contener casi nada relacionado con asuntos de propiedad, ventas, finanzas.
[61] Al menos un autor (M. Kahf) escribe que el Muamalat está «estrechamente relacionado» con la economía islámica.
Varios estudiosos (Olivier Roy, Timur Kuran, Omar Norman) han señalado lo reciente de la reflexión sobre cuestiones económicas en el mundo islámico,[21][1][65] y la diferencia entre la economía, ciencia social basada en datos, y la jurisprudencia islámica, basada en la verdad revelada.
[69] Según otro escritor contemporáneo, Salah El-Sheikh, los «principios económicos islámicos» —lo que él llama un «modelo FiqhiConómico»— utilizan en alfaquí —jurisprudencia islámica— como material de apoyo, pero se basan en las enseñanzas éticas del Coran.
Estos principios se encuentran «entre las primeras regulaciones económicas» y su filosofía puede verse hoy en día en el capitalismo moderno.
[76][77] Ibn Jaldún escribió sobre lo que ahora se llama teoría económica y política en la introducción, o Muqaddima (Prolegómenos), de su Historia del Mundo (Kitab al-Ibar).
[78] Sus ideas sobre los beneficios de la división del trabajo también se relacionan con la asabiyyah, cuanto mayor sea la cohesión social, cuanto más compleja puede ser la división exitosa y mayor será el crecimiento económico.
[82][83] En todos los imperios de la pólvora se introdujeron políticas económicas basadas en la sharia, lo que condujo a su expansión comercial.
[18][19][20] Según el economista turco-estadounidense Timur Kuran, «hasta mediados del siglo XX» no hubo ningún cuerpo de pensamiento que pudiera llamarse «economía islámica», que fuera «reconocible como una doctrina coherente o autónoma».
Varias obras fueron especialmente influyentes: Al-Sadr, en particular, fue descrito como quien «desarrolló casi en solitario la noción de economía islámica».
[98] En el mundo suní, la primera conferencia internacional sobre economía islámica se celebró en la Universidad Rey Abdulaziz de Yeda en 1976.
Muchos escritores modernos han criticado fuertemente este enfoque por considerarlo un medio de cubrir la banca convencional con una fachada islámica.
[104]) En 2008 había: La Universidad Rey Abdulaziz de Yeda acogió la primera conferencia internacional sobre economía islámica en 1976.
[127] Los institutos económicos islámicos no son conocidos por su libertad intelectual y, según Muhammad Akram Khan, es poco probable que permitan la crítica de las ideas o políticas de sus líderes o gobiernos fundadores.
[132] Los académicos F. Nomani y A. Rahnema afirman que la propiedad pública en el Islam se refiere a los recursos naturales —bosques, pastos, tierras no cultivadas, agua, minas, recursos oceánicos, etc.— a los que todos los seres humanos tienen el mismo derecho.
[133] La propiedad estatal incluye ciertos recursos naturales, así como otros bienes que no pueden ser privatizados inmediatamente.
Durante su reinado, Umar ibn al-Jattab —por recomendación de Ali— consideró que las tierras conquistadas eran propiedad del Estado y no privada —como era la práctica habitual—.
La propiedad seguía bajo la ocupación de los cultivadores, pero se recaudaban impuestos sobre ella para el tesoro del Estado.
El Islam también garantiza la protección de la propiedad privada imponiendo castigos severos a los ladrones.
Khan afirma que la institución de la hisbah se estableció para «supervisar los mercados, prestar servicios municipales y resolver pequeños conflictos».
[144] Además Nomani y Rahnema afirman que las fuentes primarias islámicas sostienen tres condiciones necesarias para que el mercado funcione:[144] La autora Nima Mersadi Tabari afirma que la doctrina general de la equidad en la sharia crea un modelo económico ético y prohíbe la manipulación del mercado, como «inflar el precio de los productos creando una escasez artificial (ihtekar), sobrepujar con el único propósito de hacer subir los precios (najash) y ocultar a la otra parte información vital en una transacción (ghish)».
El producto se vendía después a un precio más alto dentro de la ciudad.
El concepto de institución financiera pública desempeñó un papel histórico en la economía islámica.
La idea de que la riqueza recaudada por el Estado se pusiera a disposición del público necesitado era relativamente nueva.
El banco compartido era tratado como una institución financiera y, por lo tanto, estaba sujeto a las mismas prohibiciones en materia de intereses.
Si estoy bien, la dejaré, pero si estoy en apuros, tomaré de ella lo que sea genuinamente permisible».