Continuó la ampliación del imperio islámico hacia oriente y occidente que había iniciado su padre, y fue un gobernante eficaz.
Como su padre, siguió con el asesoramiento y ayuda de Al-Hayyach bin Yúsuf, le confirmó como valí (gobernador) de Persia dándole rienda suelta, y su confianza en él se tradujo en las conquistas de Transoxiana (705-714) y Sind, en el valle del Indo.
Al-Hayyach era el responsable de escoger a los generales que acaudillaron estas acertadas campañas, y es bien conocido por su campaña exitosa contra Abd Allah ibn al-Zubayr durante el reinado del padre de al-Walid.
También se distinguió por su piedad personal, y muchas historias hablan de que recitaba continuamente el Corán y de los grandes banquetes que preparaba para los que ayunaban durante el Ramadán.
A al-Walid le sucedió su hermano Suleimán I.