Uno de estos gobernadores, Mu'awiya I, luchó en la Primera Guerra Civil Musulmana en 661 y estableció el Califato Omeya, con su capital en Damasco, Siria.
Los omeyas lideraron las primeras conquistas musulmanas, entre ellas las del norte de África, la península ibérica, Asia central y Sind, pero su política de guerra constante agotó los recursos militares del estado, a la vez que revueltas alides y rivalidades tribales debilitaban el régimen desde adentro.
[1] Los coraichitas ganaron prestigio entre las tribus árabes gracias a que protegían y mantenían la Ka'aba, que en ese momento era considerada por los árabes a lo largo de la Península arábiga, en su inmensa mayoría politeístas, como su santuario más sagrado.
[4] Este hecho resultó instructivo en tanto omeyas posteriores se hicieron famosos por tener considerables habilidades organizativas políticas y militares.
[4] El historiador Giorgio Levi Della Vida ha sugerido que la información existente acerca de Umayya en fuentes tradicionales musulmanas, como es el caso con todos los antiguos progenitores de las tribus de Arabia, "debe aceptarse con precaución," pero "que un escepticismo demasiado grande con respecto a la tradición sería tan mala idea como fe absoluta en sus afirmaciones.
[6][7] Encontró apoyo finalmente entre los habitantes de Medina, a donde se mudó junto con sus seguidores en 622.
Abu Sufyan y los Banu Umayya se mudaron a la ciudad para así mantener su creciente influencia política.
[14] Abu Bakr mostró favoritismo hacia los omeyas asignándoles un papel prominente en la conquista musulmana de Siria.
En primer lugar, asignó al omeya Jálid ibn Sa'id ibn al-As como comandante de la expedición, y luego lo reemplazó con cuatro comandantes, entre quienes estaba Yazid, el hijo de Abu Sufyan, que mantenía propiedades y redes comerciales en Siria.
[17] Yazid murió al poco tiempo y Umar nombró a su hermano Mu'awiya en su lugar.
[19] En un principio, Uthmán mantuvo a los designados por sus predecesores en sus puestos provinciales, pero poco a poco fue sustituyendo a muchos por omeyas o por sus parientes maternos del clan matriz de los Banu Umayya, los Banu Abd Shams:[20] Mu'awiya, que había sido nombrado gobernador de Siria por Umar, mantuvo su puesto; al-Walid ibn Uqba y Sa'id ibn al-'As fueron nombrados sucesivamente en Kufa, una de las dos principales guarniciones y centros administrativos de Irak, y Marwán ibn al-Hakam se convirtió en su consejero principal.
Tras ser derrotada la oposición en la Batalla del Camello cerca de Basora, en la que murieron sus líderes Talha ibn Ubayd Allah y Zubayr ibn al-Awwam, ambos posibles contendientes del califato, el manto de la oposición a Ali fue asumido principalmente por Mu'awiya.
[23] Mu'awiya y Ali con sus respectivos seguidores sirios e iraquíes lucharon hasta alcanzar un punto muerto en la Batalla de Siffín en 657.
[27] Basándose en los relatos en las fuentes musulmanas tradicionales, Hawting escribe que... los omeyas, principales representantes de quienes se habían opuesto al Profeta [Mahoma] hasta el último momento posible, habían en los treinta años posteriores a su muerte restablecido su posición en tal medida que estaban ahora a la cabeza de la comunidad que él había fundado.
[29] El hijo de Abd Allah, Abu Muhammad Ziyad al-Sufyani, entretanto, lideró una rebelión contra los abasíes en 750, en la que murió.