Conquista de La Meca

Ellos vivieron en paz durante algún tiempo, pero por otros motivos que se remontan a la época preislámica, encendida por el fuego sin cesar de la venganza, desencadenaron las hostilidades recientes.

Los Quraish ayudaron a los Banu Bakr con hombres y armas, aprovechando la noche oscura.

Después del incidente los Quraysh enviaron una delegación a Mahoma, pidiendo mantener el pacto con los musulmanes y ofrecer una compensación material.

El ejército se quedó en Marr-uz-Zahran, situado a diez km al noroeste de La Meca.

Según las fuentes, se encontró con el tío de Mahoma Abd al-Muttalib o Al- Abbas, aunque algunos estudiosos consideran que éste es el antepasado de la dinastía Abasí.

Mahoma dividió el ejército musulmán en cuatro columnas: una para avanzar a través de cada paso.

Su táctica era avanzar simultáneamente desde todos lados hacia un único objetivo central.

Esto daría lugar a la dispersión de las fuerzas enemigas y evitar su concentración en un solo frente.

Mahoma hizo hincapié en la abstención de luchar a menos que los Qurays atacaran.

Emisarios de toda la península arábiga llegaron a Medina para aceptarlo.

Diez personas fueron mandadas a matar:,[12]​ Ikrimah ibn Abi-Jahl, Abdullah ibn Saad ibn Abi Sarh, Habbar bin Aswad, Miqyas Subabah Laythi, Huwairath bin Nuqayd, Abdullah Hilal y cuatro mujeres que habían sido culpables de asesinato o des otro delitos o que habían desencadenado la guerra y perturbado la paz.

[12]​ Sin embargo, no todos murieron; Ikrimah vivió para adoptar el islam y luchó en las filas musulmanas en las batallas futuras.