[cita requerida] Los incas llamaban a este tubérculo «papa» en quechua.
La similitud de este con la batata favoreció que en el siglo XVII en España acabara llamándose «patata».
[14] En el libro La Agricultura General, Tomo III (1767) de Joseph Antonio Valcárcel se menciona sobre las patatas que «en España su regular empleo es en guisados, y tortillas», hasta el momento, esta es la primera referencia escrita documentada que se tiene sobre el origen de la tortilla de patatas en España.
[18] Anteriormente, otro documento conocido en el que aparecía una referencia a la tortilla de patatas era navarro.
Según algunos, las patatas deben estar más cocidas que fritas[22] (en aceite, de oliva o de girasol, según se opte por hacer notar el sabor a aceite), y se deben dejar en el huevo batido un tiempo para que se empapen y adquieran la consistencia adecuada.
Entre ambas partes, a modo de sándwich, iría un relleno, que puede ser vegetal, ensaladilla, jamón, queso, tocineta o surimi.
Bien diferente —aunque pudiera pensarse que tiene un cierto parecido— es el rösti en la cocina Suiza de lengua alemana, pues no lleva huevo.
[23][24] En hostelería y restauración, aunque no es obligatorio, es habitual elaborar la tortilla utilizando un preparado de huevo líquido pasteurizado (conocido como huevina) para evitar el riesgo de salmonelosis.
[25][26] Aunque en sentido estricto no se puede considerar una tortilla por no utilizar huevo, hay una variante que utiliza en su lugar una mezcla de harina de garbanzo con leche o con agua, y que es apta para personas alérgicas al huevo (o veganas, en la variedad que utiliza agua).
[28] José Antonio Labordeta popularizó una tortilla hecha con patatas de bolsa cuando era diputado en el Congreso.