Sinfonía n.º 84 (Haydn)

No es difícil entender por qué el compositor aceptó el encargo de estas sinfonías.

[11]​ Haydn solicitó a su editor vienés, Artaria & Co., que publicara las obras en el siguiente orden: 87, 85, 83, 84, 86 y 82.

[2]​ En cuanto a la participación del clavecín como bajo continuo en las sinfonías de Haydn existen diversas opiniones entre los estudiosos: James Webster se sitúa en contra;[12]​ Hartmut Haenchen a favor;[13]​ Jamie James en su artículo para The New York Times presenta diferentes posiciones por parte de Roy Goodman, Christopher Hogwood, H. C. Robbins Landon y James Webster.

No obstante, existen grabaciones con clavecín en el bajo continuo realizadas por: Trevor Pinnock (Sturm und Drang Symphonies, Archiv, 1989-1990); Nikolaus Harnoncourt (n.º 6–8, Das Alte Werk, 1990); Sigiswald Kuijken (incluidas las Sinfonías de París y Londres; Virgin, 1988-1995); Roy Goodman (Ej.

El cuerpo principal del movimiento combina agradablemente la economía monotemática de Haydn con una elegante accesibilidad.

Una vez confirmada la nueva tonalidad, suena una versión transpuesta del primer tema en las maderas.

En la recapitulación el compositor altera el material de transición y no se molesta en reexpresar la sección original en la dominante.

El movimiento lento, de carácter serio, es un híbrido entre una forma ternaria y un tema con variaciones.

Luego aparecen otras dos variaciones estróficas, la primera de carácter lírico y la segunda más grandilocuente.

[5]​ El tercer movimiento, Menuet – Trio, está en mi bemol mayor y en compás de 3/4.

Haydn amplía las proporciones tradicionales del minueto con temas largos y organizados motivacionalmente en ambas partes.

Su ingenio queda patente en la segunda parte, en la que una declaración variada del tema principal es interrumpida por tres pulsos en silencio antes de continuar en una dinámica mucho más suave.

Haydn en 1785.
Joseph Boulogne , director del estreno.