[7] Según Reisig, es muy posible que estas tres obras fueran a coincidir con una gira prevista por Inglaterra.
No obstante, existen grabaciones con clavecín en el bajo continuo realizadas por: Trevor Pinnock (Sturm und Drang Symphonies, Archiv, 1989-1990); Nikolaus Harnoncourt (n.º 6–8, Das Alte Werk, 1990); Sigiswald Kuijken (incluidas las Sinfonías de París y Londres; Virgin, 1988-1995); Roy Goodman (Ej.
Según Reisig, es una sinfonía distintiva y disfrutable que puede estar a la altura del grupo londinense.
El primer tema arranca con un abrupto acorde de tónica en forte y pulsantes notas sol reiteradas.
[4] Empieza "con un pedal habitual pero interesante... y emplea un sujeto secundario que aparece como un agradecimiento cordial al nuevo amigo [Mozart].
[3] Presenta la primera de las "excursiones" nacionales, una melancólica melodía magiar (recordemos que el mecenas Esterházy era húngaro), alternada con un siciliano para flauta y cuerdas con tres variaciones.
La última variación emplea toda la orquestación con acompañamiento de pizzicato, y sirve para recapitular el movimiento.
Allegro ma non troppo, retoma la tonalidad inicial, el compás es alla breve y responde a la forma sonata.
Para el Finale, Haydn vuelve a ser el cosmopolita, con ritmos ágiles que llevan adelante hermosos temas de larga duración.