Sinfonía n.º 85 (Haydn)

[5]​[6]​ Este conjunto marca un punto de inflexión en la carrera del compositor.

No es difícil entender por qué el compositor aceptó el encargo de estas sinfonías.

La primera edición fue llevada a cabo en diciembre de 1787 por la editorial Artaria en Viena.

[11]​ Haydn solicitó a su editor vienés, Artaria & Co., que publicara las obras en el siguiente orden: 87, 85, 83, 84, 86 y 82.

[12]​ En cuanto a la participación del clavecín como bajo continuo en las sinfonías de Haydn existen diversas opiniones entre los estudiosos: James Webster se sitúa en contra;[13]​ Hartmut Haenchen a favor;[14]​ Jamie James en su artículo para The New York Times presenta diferentes posiciones por parte de Roy Goodman, Christopher Hogwood, H. C. Robbins Landon y James Webster.

No obstante, existen grabaciones con clavecín en el bajo continuo realizadas por: Trevor Pinnock (Sturm und Drang Symphonies, Archiv, 1989-1990); Nikolaus Harnoncourt (n.º 6–8, Das Alte Werk, 1990); Sigiswald Kuijken (incluidas las Sinfonías de París y Londres; Virgin, 1988-1995); Roy Goodman (Ej.

Está compuesta con el carácter de una obertura francesa, con sus solemnes ritmos con puntillo.

El tema principal está hábilmente ensamblado a partir de dos elementos diferentes: un tono mantenido que parece suspenderse sobre la textura antes de caer finalmente y una escala que desciende rápidamente.

El tema aparece en diferentes instrumentos para aportar variedad al timbre.

El tercer movimiento, Menuet – Trio, está en si bemol mayor y en compás de 3/4.

En la segunda mitad del trío se escucha una extensión melódica cómicamente larga que separa la nueva frase del esperado retorno redondeado de la primera frase.

El tema es interpretado en primer lugar por un único fagot y se va alternando con episodios contrastantes, como es típico del rondó.

Haydn en 1785.
María Antonieta , reina de la que procede el sobrenombre de la sinfonía.
Joseph Boulogne , director del estreno.