Resultan imprescindibles en la música tonal para poder delimitar las frases, partes y secciones en una pieza musical.
Las diferentes cadencias se clasifican, en función de la tensión que acompaña a cada movimiento, en conclusivas si generan cierto grado de estabilidad o reposo; y suspensivas, si generan inestabilidad o tensión.
Lo mismo ocurre con el V: tiene dos coincidencias, pero no genera la tensión necesaria para ser considerado dominante.
Se produce por la sucesión de los grados V (dominante) a I (fundamental).
Tiene sentido resolutivo, aunque no tanto como puede tenerlo la cadencia auténtica.
Se producen los grados IV y I Es la cadencia típicamente usada en el periodo preclásico, con gran carácter conclusivo.