Serapión de Arteaga

Nuevamente ejerció cargos en la ciudad de Potosí durante la segunda expedición auxiliadora al Alto Perú.

Apoyó al diputado Moldes, cuyo diploma había sido rechazado por el Congreso por razones políticas, y defendió su derecho a ocupar la banda en un escrito que tuvo amplia difusión.

La misma asamblea lo nombró alcalde de primer voto del cabildo.

Dos años más tarde, cuando llegó al poder el coronel Javier López, se exilió en Salta, donde residió hasta que este fue expulsado, a fines de 1825.

En 1832 pasó a Salta, nombrado asesor del gobernador Pablo Latorre, amigo de Heredia.

Cuando éste se enemistó con su protector, regresó a Tucumán con el general Pablo Alemán, que había sido comandante militar de Salta.

Logró fugarse a Salta durante el período de la Coalición del Norte, hasta que logró reunirse con los federales del santiagueño Ibarra junto al gobernador Miguel Otero.