República Popular de Rumania

Desde 1954, debido a la reforma ortográfica del rumano, la letra «â» desapareció, siendo sustituida por la «î».

[1]​ En 1963, una nueva reforma reintrodujo la «â» en la palabra român y sus derivados, lo que restableció el nombre de Republica Populară Română.

Aunque las fuerzas rumanas lucharon junto a las del Ejército Rojo en las campañas del norte de Transilvania, Hungría, Checoslovaquia, Alemania y Austria, los soviéticos aún trataban a Rumania como un territorio conquistado, afirmando que las autoridades rumanas serían incapaces de restablecer el orden en los territorios y mantenerlos bajo control de los conflictos interétnicos entre rumanos y húngaros.

Groza, por su parte, optó por aplicar los decretos y leyes sin contar con la firma del Rey Miguel.

Para 1948, la mayoría de los políticos no comunistas habían sido encarcelados, exiliados o ejecutados.

La nueva constitución prohibió y castigó cualquier asociación que fuera "fascista o antidemocrática".

Los primeros años del régimen comunista estuvieron marcados por numerosos cambios políticos y sucesivas oleadas de detenciones, debido a las pugnas entre las distintas facciones que luchaban por el poder.

Entre la dirección del partido durante este período, había tres facciones importantes, todas ellas de carácter estalinista, diferenciadas más por historias personales y relaciones entre amigos personales que por diferencias doctrinales: Al final, con el apoyo directo de Stalin, parece que en el contexto general antisemita que se vivia en ese momento en el Kremlin (siendo judíos Ana Pauker, Vasile Luca y Teohari Georgescu), Gheorghiu-Dej ganó la lucha por el poder dentro del partido.

Durante ese período, se purgó a un total de 192.000 miembros del partido.

Gheorghiu-Dej, un estalinista acérrimo, creía que el régimen soviético (más liberal) de Jrushchov amenazaba indirectamente con socavar su autoridad.

En un esfuerzo por fortalecer su posición en el país, Dej decidió iniciar la cooperación exterior con todos los estados, independientemente del sistema económico-político, siempre que se reconocieran los principios de igualdad internacional y no injerencia en sus asuntos internos.

Esta política también condujo a estrechar los lazos con la República Popular China, que también fue promotora de la autodeterminación nacional.

En cambio, se formó una secretaría de cuatro miembros, siendo uno de los miembros Nicolae Ceaușescu, secretaría que controló el partido durante un año, hasta que Dej retomó las riendas del poder.

En 1956, el primer ministro soviético Nikita Jrushchov denunció la política de su predecesor, Stalin, en un discurso secreto ante los delegados del XX Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética.

Gheorghiu-Dej y la dirección del Partido de los Trabajadores Rumanos convirtieron a Ana Pauker, Vasile Luca y Teohari Georgescu en los principales responsables de los excesos del pasado y afirmaron que el partido ya había purgado elementos estalinistas durante la vida de Stalin.

En Rumanía, los levantamientos populares resultaron ser fragmentados y fáciles de controlar, sin embargo, en Hungría, la situación no pudo controlarse hasta después de la intervención por la fuerza del ejército soviético.

En una sesión plenaria del Partido de los Trabajadores Rumanos (PMR) en 1956, Miron Constantinescu y Iosif Chișinevschi, ambos miembros del Politburó y viceprimeros ministros, criticaron a Gheorghiu-Dej.

Al final, Gheorghiu-Dej logró deshacerse de todos sus competidores políticos, lo que habría amenazado su posición como líder del partido.

Gheorghiu-Dej no logró llegar a un acuerdo aceptable con los líderes húngaros sobre el tema de Transilvania.

Una minoría que al comienzo del régimen de Dej tenía una actitud favorable hacia el comunismo rumano, en reacción al fin antisemitismo que ocurrió entre los años 1940-1944, permaneció en el país.

Según algunas estimaciones, uno de cada cinco alemanes deportados a trabajar en la URSS murió por enfermedad, accidente o desnutrición.

A medida que el régimen comunista se volvió mas poderoso, aumentó el número de detenciones.

Esto involucró tortura psicológica y física, que tuvo como objetivo la sumisión total del individuo.

Muchos deportados regresaron a sus hogares durante los siguientes 5 años, hasta 1956, pero algunos permanecieron en las aldeas recién establecidas.

Entre los partisanos anticomunistas más famosos estaban Ion Gavrilă Ogoranu, Spiru Blănaru, Teodor Șușman, Elisabeta Rizea de Nucșoara, Toma Arnăuțoiu y Gheorghe Arsenescu.

El movimiento estudiantil mejor organizado estaba en Timisoara, donde se realizaron la mayoría de los arrestos.

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Acuerdo No oficial en Moscú que le otorgaba a la Unión Soviética influencia en Rumania (9 de octubre de 1944).
La carta de abdicación del rey Miguel I.
Bărăgan y el canal Danubio-Mar Negro , Fueron las áreas de los campos de trabajos forzados entre 1951 y 1956 [ 9 ]
Bucarest en 1958
Plaza de la Victoria en 1948
Zona urbana rumana de los años sesentas
Bucarest en 1958
República Socialista de Rumania, División Administrativo-Territorial, 1966.