Nicolae Rădescu
En 1942, durante la dictadura de Ion Antonescu, Rădescu escribió un artículo crítico con el embajador alemán Manfred Freiherr von Killinger y su constante intromisión en los asuntos internos de Rumanía.Se le consideraba un hombre de fiar tanto para el rey como para los soviéticos, militar profesional que nunca había participado en política, dado a una franqueza a veces excesiva y que había forjado relaciones de amistad con algunos comunistas con los que había coincidido en prisión durante la guerra.Durante la protesta, personas desconocidas abrieron fuego desde el edificio del ministerio del interior que se encontraba frente al palacio, matando a unas diez personas.[5] Considerado responsable de la matanza por la Unión Soviética y los comunistas rumanos, Rădescu fue obligado a dimitir.El anuncio de su dimisión coincidió con una manifestación multitudinaria del Frente en la capital como medida de presión y con el envío de las tropas rumanas que se hallaban en la capital al frente, para evitar que pudiesen usarse contra los prosoviéticos.Perseguido por las autoridades comunistas, en 1946 Rădescu buscó refugio en la embajada británica, pero emigró a Estados Unidos.Una vez en América, él y otros exiliados rumanos, antiguas figuras políticas incluyendo a Agustín Popa, Mihail Fărcăşanu, Grigore Gafencu o Constantin Vişoianu, se unieron para formar un frente unido de oposición al régimen comunista desde el exilio.