Real Fábrica de Sedas de Talavera de la Reina

Tanto Felipe V como sus sucesores, Fernando VI, Carlos III, Carlos IV y Fernando VII, promovieron una economía moderna con el fin de redirigir la precaria situación del país: se impulsó una acción tutelada por el Estado a partir de una política intervencionista.

[2]​[3]​ Con esta política se pretendía que, en el sector industrial, las fábricas españolas aumentaran su producción.

[4]​ Más allá del modelo financiero, esta manufactura real se estableció en Talavera por su ubicación, pues la ciudad estaba situada cerca de Madrid.

Además, en esta época la población talaverana experimentará un notable crecimiento demográfico, reflejo de la prosperidad económica que provoca la industria textil, la cual no deja de crecer, hasta la crisis del siglo XVII.

Sucediendo a su padre, Felipe V, y heredando su interés por una economía nacional, las razones que llevaron a Fernando VI a instalar en Talavera de la Reina una fábrica de sedas estuvieron basadas en su objetivo primario: crear una fuerza industrial que compitiera con otras del mismo género, sobre todo francesas.

Aconsejado por sus ministros ilustrados, el Marqués de la Ensenada y José Carbajal y Lancaster, la decisión del monarca fue un exponente más de la política económica dirigida hacia una industria nacional que permitiera perder la dependencia por la importación extranjera.

[14]​ La apertura de la fábrica provocará un gran movimiento migratorio hacia Talavera de la Reina y a los primeros trabajadores franceses traídos por Rulière se sumarán italianos, belgas y alemanes.

Por su parte, a partir del año siguiente, desde 1755, la aportación de trabajadores españoles comenzará a ser muy importante y hasta 1759 la plantilla de la fábrica vive un aumento progresivo.

No obstante, la fuerza inmigratoria aún se prolonga hasta los años 60 del siglo XVIII, pues, cuando la Real Fábrica cambia de dueños en 1762, el número de operarios comienza a decaer.

Esto lo demuestran las piezas producidas en la época: entre las más representativas destaca una tapiz marrón, con flores, figuras blancas y perfiles morados que se mandó fabricar para la Corte de la reina María Luisa de Parma, en El Escorial.

[13]​[21]​ Así, la manufactura real talaverana estuvo dirigida por los Cinco Gremios desde 1785 hasta su cierre definitivo, periodo durante el cual pueden observarse dos fases bien diferenciadas según la gestión económica en cada momento.

[17]​[23]​ Terminada la contienda, la ciudad atravesará años difíciles para su economía y resultará escasísimo el rendimiento de la industria real, tanto que en 1835 tenía 203 empleados.

Tras este último gran trabajo, comienza una lenta agonía en la industria, pues, arrastrando las consecuencias del conflicto con los franceses, la empresa textil deberá soportar ante la primera guerra carlista, la cual contribuyó aún más a su decadencia.

Tal situación debe ser atribuida, especialmente, a la decadencia que la industria había alcanzado, al igual que sucede en las fábricas de Toledo, Granada, Córdoba y Sevilla, y es que no había competencia posible frente a los tejidos valencianos, perfectos imitadores de las manufacturas de Lyon.

[23]​[26]​ En 1851, la antigua real fábrica mantiene una ligera producción, pues coexiste con otros talleres y pequeñas fábricas del sector textil, aunque por su escaso funcionamiento la manufactura se concibe popularmente cerrada.

Esta configuración permite considerar a la manufactura real talaverana como una fábrica concentrada, pues era típico que las fábricas del siglo XVIII, a imitación de las francesas, fueran empresas concentradas, pero que físicamente quedaran organizadas en espacios independientes.

En el piso de abajo, otra máquina hacía funcionar dos tornos, comunicándose con la planta más alta mediante una abertura que permitía mover ocho dobladores que allí se ubicaban.

Por el resto del inmueble se distribuían otras habitaciones para oficinas y telares.

[41]​[42]​[43]​ Situada frente a la Iglesia de San Andrés, en su plazuela, esta construcción tenía dos plantas y albergaba tres molinos de torcer seda, junto con varias dependencias para los cardadores.

Construida en dos plantas, la casa servía como vivienda del director, con oficinas de la dirección, la contaduría, la tesorería y pequeños almacenes.

[48]​ Esta casa estaba tan deteriorada que, en 1818, ya consta totalmente arruinada: situada en la calle de su mismo nombre, era una planta baja con dos habitaciones, unas cuadras y un pajar.

[49]​ El edificio se encontraba en la Calle de San Andrés y ya era conocido por estar bastante dañado.

Sin embargo, el espacio estaba muy desaprovechado, puesto que solo se utilizaba como plantación de un álamo y diez olivas.

Rulière decidió comenzar a enviar al pueblo a los operarios que enfermaban, pues la calidad del agua era mejor y las temperaturas eran más suaves; además, en esta zona coincidía que se extendían amplias plantaciones de moreras para la seda.

Sin embargo, en la organización industrial, Cervera no podía funcionar de forma autónoma a la dirección talaverana.

[54]​ Esta construcción, como su nombre indica, servía para guardar los bueyes del trabajo industrial.

[53]​ Pese a que la producción en Cervera fue siempre mínima, esta edificación resultaba necesaria: en ella se ubicaría el funcionamiento de los molinos.

Así, en las casullas puede observarse el tratamiento que en la industria talaverana se le daba a la seda, pues están hechas de este material, con sus respectivos hilos de oro y plata.

Blasón de la Real Fábrica de Sedas de Talavera de la Reina, ubicado hoy en el exterior de la Basílica del Prado.
Escudo de la Real Fábrica de Sedas de Talavera de la Reina.
La portada de la que fue la Casa de los Molinos de la Real Fábrica forma parte, en la actualidad, de la entrada de una casa particular.
Portada de acceso de la Casa de los Molinos, que decora una casa particular en Cervera de los Montes.
La portada de la Casa de la Hilanza es hoy, utilizada hoy como entrada de la Guardia Civil talaverana.
Portada central de la antigua Casa de la Hilanza, en el cuartel Guardia Civil de Talavera de la Reina.