El término "Cervera" procede del latín cervus que significa "ciervo" más el sufijo abundancial en arius, -a que significa "villa o tierra donde hay muchos ciervos", animal abundante en la zona en antiguos tiempos.
El pueblo se encuentra situado en un vallecillo, rodeado de cerros y lomas.
Estos arroyos solo llevan agua en invierno o después de las lluvias torrenciales.
Entre estos cerros existen valles, cañadas, hoyas y navas, para uso de prados.
Los más amplios son Los Dornajos, Valdehornos, El Cerrratón, La Dehesa, Las Rozas, Cañaencina, Las Higueruelas, La Portera, Las Fuentecillas, La Contienda, Las Viñas y Majadas.
Las especies que más abundan son la liebre, el conejo, la perdiz, la codorniz, la tórtola y la paloma torcaz.
También hay urracas, abejarucos, gorriones, ruiseñores y jilgueros.
El arbusto que predomina es la retama y las plantas aromáticas como el tomillo.
En 1152, el rey Alfonso VII concedió a la villa de Talavera los montes que están al norte hasta el límite con Navamorcuende y el río Guadyerbas.
[1] Hacia mediados del siglo XIX, el lugar tenía contabilizada una población de 440 habitantes.
-Pequeña laguna o balsa de agua conocida como Las Canteras.