El razonamiento moral ocurre tanto dentro del individuo (la persona piensa en silencio) como entre individuos (varias personas pueden argumentar si una determinada acción ya hecha es buena o mala, o cuál es la acción hipotética más conveniente moralmente).[3] El razonamiento moral es un proceso importante, y a menudo diario, que las personas utilizan cuando intentan obrar correctamente.Por ejemplo, frecuentemente las personas se enfrentan al dilema de mentir o decir la verdad sobre algo.Las personas toman la decisión correspondiente sopesando las obligaciones morales y las consecuencias de cada posible acción.[5] Propuso un sistema de 4 pasos, basado en la lógica y la razón, para determinar si una acción dada era buena o mala.[7]«Obra solo según una máxima tal que puedas querer al mismo tiempo que se torne ley universal»Por ejemplo cuando una persona está decidiendo si miente en beneficio propio, o dice una verdad perjudicial, puede imaginar cómo sería un mundo donde todos mintieran.En tal mundo no tendría ningún sentido mentir, porque nadie esperaría que le dijeran la verdad, haciendo absurda la máxima universal de "miente cuando te beneficie".Otro ejemplo sería la decisión sobre si el suicidio es bueno o maloː imaginemos que todas las personas se suicidaran.[10] Jean Piaget consideró que el desarrollo moral de la persona se realizaba en 2 fases, una común entre los niños y la otra, entre los adultos.[11] Por ejemplo, Rosa Parks (de raza negra) vulneró la norma (vigente entonces, pero ya abolida) al negarse a dejar su asiento en una zona del autobús reservada para blancos (ver Discriminación racial).El segundo es el raciocinio moralː «la capacidad de razonar correctamente sobre qué debería hacerse en una situación concreta».El tercer componente es la motivación moralː «comprometerse a obrar bien y aceptar la responsabilidad del resultado».En sus estudios con imágenes de resonancia magnética funcional (fMRI por sus siglas en inglés, que muestran las áreas del cerebro que más se activan cuando la persona realiza tareas específicas) poco después del año 2000, se mostraron a los participantes 3 tipos de escenarios de decisión: Regiones cerebrales como el giro cingulado posterior (aquí "giro" no tiene ninguno de los significados habituales recogidos por la RAE,[23] sino que quiere decir "circunvolución"; ver Giros cerebrales) o el giro angular, que se activan cuando la persona se emociona, mostraron activaciones en la condición moral-personal, pero no en la condición moral-impersonal.Por otra parte, las regiones relacionadas con la memoria de trabajo, incluyendo el giro derecho medio frontal y el lóbulo parietal bilateral, eran menos activas en la condición moral-personal que en la moral-impersonal.Además la actividad neuronal de las personas participantes en la condición moral-impersonal era similar a la medida en las situaciones sin contenido moral.Solo el 11 % de los participantes consideró moralmente admisible empujar, mientras que el 89 % aceptaba darle al botón.Esta diferencia se atribuyó a la reacción emocional del participante al pensar en poner sus manos sobre la hipotética víctima, en vez de simplemente apretar un interruptor.[20] Basándose en estos resultados, los psicólogos sociales propusieron la teoría del proceso dual de moralidad.Esto sería un caso particular de la teoría general del pensamiento como proceso dual (inconsciente + consciente).Describe por tanto el juicio moral como análogo al juicio estético, en el que la simple percepción desencadena una reacción instantánea de aprobación o desaprobación (al ver por primera vez un cuadro, nuestro cerebro nos dice si nos gusta o no).Estos procesos incluyen buscar en nuestra memoria y construir creencias (por ejemplo, recordamos mejor lo que nos ha infligido un intenso dolor).Esta táctica la utilizan medios de comunicación, empresas, administraciones públicas, extremistas, religiones organizadas, etc.Los que controlen la información pueden atenuar determinados aspectos y resaltar otros para conseguir una opinión pública contraria a una interpretación razonable de los hechos disponibles (ejemploː los antivacunas).Pero la situación global del suceso se mantuvo ambigua para que los participantes razonaran en una dirección deseada.La gente asume una relación causal entre el estado interno de la persona (personalidad, intención, deseos, creencias, capacidades), el entorno (causa externa) y la acción resultante (efecto).Estos efectos resultaron compatibles con esta visión de componentes, así como con nuestras intuiciones morales (por ejemplo, es más grave un acto malo hecho con intención).Utilizando un diseño factorial de su experimento para determinar la influencia de cada factor investigado, Cushman mostró que la creencia y el deseo del agente respecto a una acción mala influían significativamente en los juicios sobre su maldad, permisibilidad, castigo y culpa que hacían los participantes en el experimento.Este programa tiene efectos secundarios, ante los cuales la actitud del empresario esː «No me preocupo».Muchos estudios sobre razonamiento moral utilizan situaciones ficticias que implican a desconocidos anónimos (p.Jurídicamente esta característica se denomina inimputabilidad, porque estas personas, tras haber cometido un delito, no pueden legalmente ser sometidas a juicio, y son recluidas —temporal o definitivamente, según los casos— en hospitales psiquiátricos.
Problema moral del tranvíaː ¿debe dejarse que siga su curso y mate a 5 personas, o desviarlo con el
cambio de agujas
mostrado en el dibujo, y que solo atropelle a una?
Estudiantes examinándose en la Universidad de Lyon