Más tarde, su discípulo Lawrence Kohlberg profundizó en los estudios acerca del desarrollo moral, completando y ampliando la teoría de Piaget.
Con base en las respuestas que los niños daban a sus preguntas, Piaget estableció varias etapas de desarrollo moral.
Esta etapa abarca los cinco primeros años de la vida del niño, cuando aún no tiene mucha conciencia o consideración por las reglas.
Estas normas son, además, exteriores a los niños, impuestas por los adultos, por lo tanto la moral se caracteriza en esta fase de desarrollo por la heteronomía.
Los niños en esta edad tienden a considerar que las reglas son impuestas por figuras de autoridad poderosas, como podrían ser sus padres, Dios o la policía.
De los doce años en adelante los niños sufren cambios biológicos y psicológicos radicales.
El adolescente formula principios morales generales y los afirma de un modo autónomo frente a las normas exteriores.
Durante el estudio, se llegó a la conclusión de que los niños no mienten del mismo modo que los adolescentes, porque no son conscientes de ello durante la etapa heteronómica.
Por ello, Piaget sostiene que la mentira parte de la autonomía: a partir de la adolescencia comienza a mentirse porque esta mentira se elabora y quien lo hace es consciente del acto que está realizando.
Define el juicio moral como un proceso cognitivo que permite reflexionar sobre los propios valores y ordenarlos en una jerarquía lógica.
Lo que deberá hacer es buscar restaurar el equilibrio, clarificando sus creencias y justificando su decisión.
Estos se caracterizan porque implican diferencias cualitativas en el modo de pensar, cada uno es un todo estructurado, forman una secuencia invariante y son integraciones jerárquicas.
Esta etapa o estadio fue definido por Kohlberg como la de "orientación hacia el castigo y la obediencia".
En esta etapa los actos se valoran según complazcan, ayuden o sean aprobados por los demás.
Sin embargo, la crítica a esta etapa residen en su dificultad para dar una respuesta convincente al problema planteado por Kolhberg, ya que, por un lado, aboga por las leyes y normas; pero, por otro lado, también considera los derechos humanos básicos.
En este sentido, se genera un conflicto entre leyes y derechos, conflicto que las personas en el estadio cuatro no logran resolver del todo, pues deben escoger o entre la adhesión a la ley o la desobediencia.
[2] Este nivel de desarrollo moral consiste en un enfoque desde una perspectiva superior a la sociedad.
Las leyes que comprometen los derechos humanos o la dignidad son consideradas injustas y merecen desafío.
Se basan en normas abstractas de justicia y respeto por todos los seres humanos que trascienden cualquier ley o contrato social.
[cita requerida] Por otro lado, R. S. Peters critica que el sistema de Kohlberg no toma en cuenta aspectos afectivos del desarrollo moral.
Como señala Morash (1983), “puede ser que el bajo razonamiento moral de los jóvenes reclusos sea un resultado, no un determinante, del encarcelamiento”.
Para esto, hay una transición entre el egoísmo y la responsabilidad, debido a la consideración de conexiones hechas con otros.
Como base a su teoría, está Nancy Chodorow (psicóloga neofreudiana), quien dice que el proceso de separación materna entre los hombres y mujeres es diferente.
Así, las mujeres tienden a presentar mayor empatía y sentimientos de cuidado hacia los otros.
Segundo, imaginar qué se debería hacer; es decir, cómo es definido un curso moral de acción.