Razón de Estado

[2]​ La ausencia de límites al poder, pues por razón de Estado puede ser conveniente eludirlos o suprimirlos, sitúa al concepto entre los argumentos que defienden el principio de soberanía estatal (el soberano no reconoce ningún superior) e incluso el absolutismo (el gobernante absoluto no está sujeto ni siquiera a las leyes que se ha dado a sí mismo).

La presencia del concepto en la práctica política de la época de Maquiavelo era evidente, no solo en el efímero "duque" que el propio autor cita (César Borgia)[9]​ sino en el más exitoso gobernante que se ha considerado modelo de su "príncipe" resolutivo: Fernando el Católico,[10]​ que usaba el mote heráldico "Tanto monta", con el significado "da igual" (deshacer o cortar el nudo gordiano).

Un lema semejante: "el fin justifica los medios", que también se suele atribuir apócrifamente a Maquiavelo, parece ser en realidad un comentario de Napoleón Bonaparte a la obra de aquel; y que puede rastrearse con formulaciones parecidas en teólogos jesuitas del siglo XVII, como Baltasar Gracián y Hermann Busenbaum.

A pesar del aparente idealismo legitimista y sacralizante de la Restauración, el siglo XIX diseña las relaciones internacionales con el obvio realismo de personajes tan maquiavélicos como Talleyrand o Metternich (con declaraciones tan explícitas como la de Von Clausewitz —"la guerra es la continuación de la política por otros medios"—); y, a pesar del aparente romanticismo pasional del nacionalismo, diseña las nuevas naciones por personajes tan realistas como Bismarck o Cavour (bien reflejados en el lampedusiano "es necesario que todo cambie para que todo siga igual").

Maquiavelo define el concepto en sus Discursos sobre la primera década de Tito Livio (lib.

Por ello la expresión ha cobrado muy mala fama y conlleva una significación negativa.

[21]​ En el siglo V a. C. Tucídides reconstruye en el llamado "Diálogo de los melios" las negociaciones entre atenienses y melios durante la guerra del Peloponeso (Historia de la guerra del Peloponeso, Libro V, 84-116).

El propósito del autor no es reflejar literalmente lo dicho en tal ocasión (donde no estuvo presente), sino manifestar su visión sobre un punto clave: si el argumento de la mayor fuerza supera al de mayor o menor derecho.

479 isbn=0521247160 Federico Badoer, Somma delle opere che ha da mandar in luce l’Academia veneta (1558), es decir, un proyecto, no obras realmente escritas:

— «Varones melios, porque tenemos entendido que no habéis querido que hablemos delante de todo el pueblo, sino solamente aquí en este ayuntamiento aparte, pues sospecháis que, aunque nuestras razones sean buenas y verdaderas, si las proponemos de una vez todas juntas delante de todo el pueblo, acaso éste, engañado por ellas, será inducido a cometer algún yerro a causa de no haber discutido antes la materia punto por punto y altercado sobre ella, será necesario que vosotros hagáis lo mismo, a saber: que no digáis todas vuestras razones de una vez, sino por sus puntos.

Según viereis que nosotros decimos alguna cosa que no os parezca conveniente ni ajustada a razón, vosotros responderéis a ella y diréis libremente vuestro parecer.