Pero los dirigentes del Sur optaron por dar un golpe de Estado y no celebrar este referéndum.
A principios del siglo XX, la conquista del sureste asiático por las potencias occidentales había concluido, dejando sólo al reino de Siam como un Estado-tapón para evitar que surgieran conflictos entre el Reino Unido y Francia en la zona, pero el colonialismo creó un sentimiento de opresión externa que provocó una afirmación de la personalidad nacional y la unidad étnica, en la que los líderes e intelectuales buscaban sus raíces para revalidar su lengua, folclore y patrimonio cultural.
La disgregación de las antiguas estructuras feudales hizo surgir nuevas clases sociales que tendieron a combatir a Occidente con sus propias armas, reivindicando poder económico, libertades democráticas, la autonomía o la independencia; con lo que el imperialismo occidental creó las condiciones para la rebelión contra sí mismo.
La formación del nacionalismo se vio involuntariamente favorecida por la propia acción colonizadora, que con el desarrollo de las comunicaciones y la centralización de la administración, acabó con el marco estrictamente lugareño de los acontecimientos y puso en contacto a pueblos que, si bien antes se repudiaron o se ignoraron, terminaron conociéndose y descubriendo que tenían mucha afinidad entre sí.
La Administración francesa hizo todo lo posible por mantener el control sobre el protectorado estableciendo como capital colonial la ciudad de Saigón para centralizar el poder, nombrando un Gobernador general con amplios poderes generales y limitando el acceso de la población local a la educación y a los puestos clave.
Las ideas marxistas ya se habían introducido en Indochina antes de la Primera Guerra Mundial en un contexto en el que estaba surgiendo una masa proletaria industrial y aunque existían otros movimientos no comunistas, estos no eran tan efectivos a la hora de obtener resultados por lo que, una vez analizado el conjunto, la Internacional socialista se interesó por la situación de Indonesia e Indochina ya que consideraba que ambas colonias cumplían las condiciones prerrevolucionarias y tenían los regímenes coloniales más autoritarios y las poblaciones más miserables y numerosas.
El movimiento comunista se benefició de la dirección de Hồ Chí Minh, conocido en sus inicios como Nguyên Ai Quôc, y de que no se enfrentó a una oposición religiosa determinante ya que el budismo mahayana era extremadamente tolerante y estaba en decadencia, solo el catolicismo se opuso eficazmente pero su escasa difusión en Indochina no lo hizo un factor determinante.
Los franceses siguieron controlando la situación pero se vieron obligados a reconocer por primera vez la necesidad de reformas en su sistema colonial que nunca se hicieron, continuando la situación prácticamente invariable hasta el estallido de la Segunda Guerra Mundial.
Al estallar el conflicto, Francia cayó derrotada rápidamente por los alemanes por lo que, invadida la metrópoli, la situación de los franceses en Indochina pasó a ser extremadamente frágil.
Sin embargo, los problemas no habían hecho más que comenzar para los nacionalistas vietnamitas; porque la parte norte de su país fue invadida por los chinos nacionalistas (venidos en teoría para desarmar a los japoneses) y la parte sur por los británicos; dejando a Ho casi como un poder simbólico; pero sin la posibilidad de azuzar a su pueblo contra ellos para no demostrar que su gobierno realmente no contaba con ningún poder.
[12] Como puede apreciarse, la invasión china y británica claramente favoreció el retorno de los franceses a Indochina poco tiempo después.
En 1946 Ho viajó a París para entablar negociaciones sobre la independencia; pero los galos sólo estaban dispuestos a conceder una independencia limitada (representación diplomática ante la Santa Sede, posibilidad de tener un gobierno propio y algunas competencias poco significativas).
Los franceses por su parte se centraron más en lo militar y su estrategia consistía en lograr que las tropas al mando del general Leclerc obtuvieran una rápida victoria mediante una guerra relámpago.
En ese momento, el Vietminh era lo bastante poderoso como para dominar a la mayoría de las organizaciones de Vietnam y hacer la guerra contra los franceses, que habían extendido rápidamente su presencia por Indochina pero cuyo ejército estaba debilitado tras la Segunda Guerra Mundial por lo que no era lo suficientemente fuerte como para controlar la zona eficazmente.
Sin embargo, las fuerzas coloniales ya temían que aquello se produjera y, pese a varios licenciamientos de soldados veteranos, contaban con suficientes fuerzas de la Legión Extranjera y los paracaidistas, todos lo suficientemente entrenadas para repeler la agresión.
[16] Sin embargo, para muchos participantes la impresión de que aquellos acontecimientos iban a desencadenar una confrontación en toda regla eran evidentes.
Pese a todo, el poder de Francia era muy superior, se realizaron varias operaciones y finalmente Giap optó por la retirada hacia China, donde podían contar un refugio seguro para reorganizar sus fuerzas, entrenarlas mejor y, contar con algo más de armamento.
Francia puso mucho interés en conservar la «joya del imperio francés» con su caucho, su arroz y su opio,[14] materias primas a las que después se añadirían otras consideradas estratégicas como el estaño.
El Viet Minh contaba en 1948 quizá con 10 000 hombres y una base segura en China, junto a la frontera con Vietnam.
[17] Las ofensivas en 1949 aún no eran lo suficiente como para dejar la etapa guerrillera y entrar en la convencional.
La guerra ideológica y la paulatina conversión del Vietminh en una fuerza regular hicieron que los franceses abandonaran Lang Son, una de las guarniciones más importantes, con un enorme arsenal y se replegaran hacia el delta del río Mekong para finales de 1950.
Con la reforzada Hanói y esta posición erizo esperaba infringir una dura derrota a sus enemigos que les hiciera desistir o al menos reducir la presión sobre el poder colonial.
El valle de Dien Bien Phu parecía el lugar ideal, ya había sido tomado por sus fuerzas años antes y abandonado después, por lo que se conocía la zona.
Contaba con terreno para dos pistas de aterrizaje, una ya construida pero en mal estado, y un río que podría evitar asaltos en masa.
El problema estribaba por una parte en la superioridad que creían tener porque, según el oficial de artillería, los vietnamitas no podrían llevar hasta allí sus piezas y si lo hacían no podrían abastecerlas con la suficiente regularidad y, si aun así lograban tenerlas en funcionamiento ellos las barrerían con su artillería (este oficial se suicidaría poco después de comenzar la batalla).
Ni tiene caso decir que una nueva y contundente victoria como la de Vinh Yen sería una estupenda carta para la jugada francesa.
Hablaron con el gobierno estadounidenses que les había prometido todo tipo de ayuda, especialmente aviones.
[20] Los dirigentes del Sur optaron por dar un golpe de Estado y no celebrar este referéndum.
En parte gracias a lo aprendido en la Indochina el ejército francés ganó militarmente la guerra; hasta que Argelia alcanzó la independencia.
La URSS por su parte hizo algo parecido, pero su aportación aumentó en importancia tras la ruptura entre las dos grandes naciones comunistas, especialmente desde 1970[21] continuó armando y entrenando al régimen de Hanói.