El SINAC cuenta a su cargo 30 parques nacionales (UICN-II) y varias reservas biológicas y forestales que entran en categorías de manejo diferentes.
En Costa Rica se ha aprovechado la existencia de estas áreas protegidas para el turismo (nacional e internacional), la recreación, la educación, investigación, capacitación, la protección de cuencas gracias a la vegetación natural y para la preservación de la biodiversidad, y, junto a esta el material genético ya que el 5% de toda la diversidad biológica de la Tierra está en este país según afirmaciones.
[2] Durante la década de los 80, diversos factores que afectaron América Central obligaron a los países de esta región a la búsqueda de préstamos para poder pagar los intereses de deudas que ya tenían pendientes hasta que estos intereses se volvieron impagables, después de esto nació la idea de comprar la deuda del tercer mundo a un valor reducido y pagarla al valor nominal verdadero, en moneda local, invirtiéndola después en proyectos de conservación.
Varios parques se han visto muy beneficiados de los canjes de deuda por naturaleza, en particular Corcovado, Guanacaste, La Amistad, Braulio Carrillo, y Tortuguero, así como la reserva privada de bosque nuboso Monte Verde y el centro ecológico La Pacífica.
A pesar de que estos canjes sólo han podido cubrir un 5% de la deuda externa han beneficiado enormemente a conservar la biodiversidad y a fortalecer las instituciones conservacionistas nacionales.