Sin embargo, pese a esa vinculación familiar, no siempre Ospina Pérez fue protagonista dentro del partido.
Gómez, que era embajador ante Alemania, llegó a Colombia en 1932, para oponerse al gobierno liberal de Olaya.
Sin embargo su experiencia en la Alemania Nazi cambió por completo su pensamiento político, volviéndose más radical aún dentro de los parámetros del conservatismo.
En ese panorama, Ospina Pérez venía siendo un discreto líder político conservador con influencia moderada.
Ospina Pérez de hecho, era senador y diputado en Antioquia, mientras ocurrían todos éstos sucesos.
Tras la sombra de Gómez, Ospina Pérez se perfilaba como candidato presidencial, primero en 1930 (prefiriendo apoyar a Valencia), y después en 1938; sin embargo, Gómez había implantado un régimen abstencionista y Ospina, interesado en proteger sus intereses comerciales[16][17], se adhirió plenamente al veto electoral, por lo que en consecuencia el conservatismo no presentó candidato a la presidencia desde 1934 hasta 1946.
Otra versión indica que la postulación de Ospina fue consentida por Gómez, ya que de haber lanzado su candidatura presidencial posiblemente los conservadores ospinistas y los liberales se hubiesen unido en su contra para hacerle oposición.
[36][37][1] Ospina corrió con todos los gastos del joven y lo tomó desde ese momento como su discípulo político.