Novena Conferencia Panamericana

[6]​ La Carta de la OEA se dividió en tres partes, comprendidas en 18 capítulos y 112 artículos.

En ella se estipuló que dicha organización internacional, en sincronía con los propósitos de las Naciones Unidas, tendría como objetivo alcanzar la paz y la justicia, así como promover la solidaridad y fortalecer la colaboración entre los países americanos, a quienes se les impulsaría a defender su soberanía, su integridad territorial y su independencia.

De estos, la Conferencia Interamericana tenía una importancia jerárquica superior a los demás órganos.

[9]​ La carta quedó abierta para que los países americanos firmaran conforme a sus procedimientos constitucionales respectivos.

El Tratado Americano de Soluciones Pacíficas, más conocido como Pacto de Bogotá, fue un tratado especial que estipuló los procesos y los medios pacíficos por los cuales los países miembros deberían resolver sus conflictos.

Argentina, Bolivia, Ecuador, Estados Unidos, Paraguay, Perú y Nicaragua firmaron el tratado con reservas.

En el convenio se comprometieron a prestar recíprocamente ayuda financiera con el objetivo de promover el desarrollo económico.

Además, se agregaron las políticas financieras a las directrices planteadas por el Fondo Monetario Internacional y los Acuerdos de Bretton Woods.

La inversión privada fue un factor que se consideró importante para la introducción de técnicas y capacidad administrativa y, por ende, para el desarrollo económico de los países americanos.

Por lo tanto, los Estados se comprometieron a dar facilidades y estímulos para la inversión y a eliminar las trabas injustificables en esa materia para evitar que otros países se beneficien de las virtudes de la inversión extranjera quedaron prohibidas entre los Estados americanos.

La industrialización fue el eje que guío el convenio de cooperación económica para el desarrollo.

Los organismos internacionales, ya sea dentro del continente americano o los pertenecientes a Bretton Woods (Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial) tuvieron un papel importante en materia de resolución de conflictos para el caso del Consejo Interamericano Económico y Social, así como en el mantener una aplicación eficaz de las políticas planteadas en el convenio por parte del Fondo Monetario Internacional en diálogo con el Consejo perteneciente a los Estados americanos.

El convenio no se ratificó debido a una cantidad considerable de reservas.

El proyecto se presentaría en la próxima conferencia de Buenos Aires, la cual estaba prevista a celebrarse en 1948 después de que se llevara a cabo la IX Conferencia Panamericana.

Se recomendó el estudio de los beneficios del crédito al comercio al Consejo Interamericano Económico y Social, con la finalidad de aprovechar los estímulos del comercio internacional e identificar los obstáculos que se pudieran presentar en su desarrollo.