[2][3] En los años 50, fue una de las defensoras del derecho al voto para las mujeres colombianas, y lideró movimientos feministas en su propio partido, convirtiéndose en una de las caras más conocidas del sufragismo en Colombia,[4] el cual se consolidó durante la dictadura militar de Gustavo Rojas Pinilla, a quien su esposo ayudó a instalarse en el poder.
Sin embargo a raíz del asesinato de Gaitán, su papel activo en la política colombiano se hizo mucho más evidente.
Según cuentan testigos presenciales, ante las crecientes presiones de los liberales contra su esposo para que dejara el poder y lo entregara a Darío Echandía, Bertha tomó varios fusiles que estaban disponibles en la Casa de Nariño, y comenzó a armar a todos los que estaban en ese momento allí, para preparar la resistencia armada contra los alzados en armas de las calles, puesto que hasta miembros de la policía y el ejército se unieron a la revolución liberal.
[1] Según Casas, Bertha quería evitar que la vida de Gómez y Ospina (que ya estaban empezando a tener conflictos personales), corriera peligro, teniendo a ambos personajes en el mismo lugar.
[7] El 25 de agosto de 1958, la Asamblea Constituyente convocada por Rojas aprobó la iniciativa por unanimidad de 60 votos contra 0 (aunque los opositores del proyecto se retiraron del recinto del Congreso para lograr romper el quorum, por lo que no ejercieron su derecho a votar),[7] y a las mujeres se les garantizó por primera vez los derechos políticos, y progresivamente se les empezó a cedular.
Los enemigos de Ospina se unieron para establecer un gobierno de alternación conocido como Frente Nacional, al que Bertha se opuso por considerarlo altamente burocrático y corrupto, y porque quienes lo lideraban eran el sector laureanista del conservadurismo.
Hernández de Ospina murió acompañada por sus hijos, puesto que venía presentados problemas cardíacos hacía varios meses atrás.
Sus restos fueron trasladados a Bogotá, donde fueron velados en la Fundación Mariano Ospina Pérez, y luego se celebró un servicio católico en la parroquia San Alfonso María Liborio, cerca de la sede del Partido Conservador.
Mariano fue padre de la política y diplomática Ángela Ospina Baraya, cuya hija se casó con el hijo mayor del expresidente Andrés Pastrana; y Fernando se casó con la líder feminista Olga Duque Parma, quien llegó a ser mucho más influyente que su esposo, pues fue congresista y gobernadora de Huila.
[19] De hecho, Pastrana se convirtió en defensor del ideario político de Ospina Pérez cuando falleció en 1976, junto a su viuda llevaron la batuta del Partido Conservador hasta bien entrados los años 80.