Se le concedió también el privilegio de tener misa y oficios propios.
[2] La imagen estuvo primero en la catedral y después en la Iglesia de San Miguel.
[2] En 1824, el nuevo gobierno permitió su regreso a Montserrat y la reconstrucción del monasterio.
[2] Desde épocas remotas la Virgen estaba vestida con lujosos mantos de tela y grandiosas coronas de oro, pero todo ello fue expoliado por los milicianos republicanos durante la guerra civil española.
[2] La imagen es una talla románica del siglo XII realizada en madera de álamo.
Representa a la Virgen con el niño Jesús sentado en su regazo y mide unos 95 centímetros de altura.
Se ha querido asociar al grupo de las llamadas vírgenes negras que tanto se extendió por la Europa románica y cuyo significado ha dado lugar a múltiples estudios, si bien en este caso las manos y el rostro de la Virgen y el Niño fueron pintados con blanco de plomo o albayalde que, al oxidarse, adquirieron una tonalidad oscura[3]y a un repintado del principios del siglo XIX.
Amb Serra d'Or els angelets serraren eixos torons per fer-vos un palau; Reina del Cel que els Serafins baixaren, deu-nos abric dins vostre mantell blau.
Alba naixent d’estrelles coronada, Ciutat de Déu que somnià David, a vostres peus la lluna s’és posada, el sol sos raigs vos dóna per vestit.
Dels catalans sempre sereu Princesa, dels espanyols Estrella d’Orient, sigueu pels bons pilar de fortalesa, pels pecadors el port de salvament.
Roser del Cel, que els serafins voltegen, a ma oració doneu vostre perfum.
Cedre gentil, del Líbano corona, Arbre d’encens, Palmera de Sion, el fruit sagrat que vostre amor ens dóna és Jesucrist, el Redemptor del món.
Amb vostre nom comença nostra història i és Montserrat el nostre Sinaí: sient per tots l’escala de la glòria eixos penyals coberts de romaní.
Dos días antes se había organizado una romería a Montserrat y allí la imagen se mostró públicamente, por primera vez , y fue bendecida por el abad Aureli Maria Escarré.
También existe una réplica de la imagen en la Igreja da Ordem Terceira do Carmo.
En la ciudad de Porto Alegre se encuentra la parroquia de Nossa Senhora do Montserrat que daba el nombre al barrio en que se encuentra.
Para más detalles, véase en el vínculo destacado en el encabezado de este artículo.
En un principio estas esculturas fueron colocadas en un lugar lateral de la ermita, para las que se construyó una capilla destinada a la adoración del Santo Cristo.
Está situada en un entorno elevado, que recuerda al Montserrat español.
Los feligreses celebran sus fiestas patronales el 27 de abril; días antes la parroquia se prepara con meditaciones del triduo (3 días), misa solemne y por último, le obsequian una serenata en el templo.
Del cielo a España bajaste para cumplir la misión Y llena de bendición Hasta Guayaquil llegaste para que con devoción todos podamos honrarte.
Por un mandato divino llegaste al monte aserrado convirtiéndole en sagrado lugar donde el peregrino se siente regocijado porque es muy bien recibido.
Se comenta que fue esta la Virgen que vio San Juan en el Apocalipsis [Una gran señal apareció en el Cielo: una mujer vestida del sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza (Ap, 12,1)].
Aquí se puede observar como parte del acervo que conservan en el Museo de la Charrería.
Durante el periodo de evangelización en Chihuahua se tenía planeado que la imagen llegara a la capilla de la comunidad de Batopilas, para llegar a ella tenía que hacerse un largo trayecto en el cual se tenía que llegar a pasar la noche en distintas comunidades, cuando fue tiempo de pasar la noche en Urique se montó que la imagen en un lugar del cual al siguiente día a la hora de partir no se le pudo retirar.