Navaja de Ockham

[5]​ En ciencia, este principio se utiliza como una regla general para guiar a los científicos en el desarrollo de modelos teóricos.

Su sentido es que en condiciones idénticas se prefieran las teorías más simples.

Lo que ha de tenerse en cuenta para medir la simplicidad, sin embargo, es una cuestión ambigua.

[5]​ Quizás la propuesta más conocida sea la que sugirió el mismo Ockham: cuando dos teorías tienen las mismas consecuencias, debe preferirse la teoría que postule la menor cantidad de (tipos de) entidades.

El principio es atribuido al fraile franciscano inglés del siglo XIV Guillermo de Ockham y es fundamental para el reduccionismo metodológico.

En su forma más simple, el principio de Ockham indica que las explicaciones nunca deben multiplicar las causas sin necesidad.

Esta regla ha tenido una importancia capital en el desarrollo posterior de la ciencia.

Algunos postulados que se desarrollan por este principio son: - En igualdad de condiciones, normalmente la explicación más simple es la mejor.

- No hay que postular la existencia de entidades innecesarias para la explicación.

El resumen de esta formulación aparece del siguiente modo, donde la necesidad lógica tiene más bien un sentido de coordinación: «La contradicción entre economía y repetición en música es aparente: la música repite lo que es necesario repetir, a fin de crear tensión adecuada entre preferencia y gramática, como coordinación del proceso musical» (On Musical Self-Similarity, 2011:477).

[11]​ Su sentido es que a igualdad de condiciones, sean preferidas las teorías más simples.

Puesto que la ciencia nunca finaliza, siempre estamos en la posición «antes» y nunca llegamos a la posición «después», que según Niels Bohr era el único momento en el que se podría introducir la navaja de Ockham,[13]​ lo cual, obviamente, ya no es de ninguna ayuda para juzgar de antemano una teoría.

[14]​[15]​[16]​[17]​[18]​[19]​ Preferir una teoría que explique los datos en función del menor número de causas no parece sensato.

Dadas tres explicaciones, no podemos estar seguros de cuál es la más simple.

Matemáticamente, la física clásica es aquella en cuyas ecuaciones no aparece la constante de Planck.

El punto clave sobre el que ironizó Galileo fue que si realmente se quisiera comenzar desde un número pequeño de entidades, siempre se podrían considerar las letras del abecedario como entidades fundamentales, puesto que con toda certeza se podría construir todo el conocimiento humano a partir de ellas.

Como respuesta, aportó su propia antinavaja: «Si tres cosas no son suficientes para verificar una proposición afirmativa sobre las cosas, una cuarta debe ser añadida, y así sucesivamente».

Otros filósofos que también crearon antinavajas fueron Gottfried Leibniz (1646-1716), Immanuel Kant (1724–1804), y Carl Menger (1902-1985).

Guillermo de Ockham
Guillermo de Ockham de un vitral de un templo en Surrey
Espiral fractal . ¿Qué nos hace pensar que en nuestra escala el universo parezca simple y ordenado, en lugar de realmente ser complejo y caótico en otra escala, macroscópica o microscópica ?.
Visión de un artista de un agujero negro con disco de acreción .